lunes, 23 de diciembre de 2013

MI GRAN CULPA


Me considero un entrenador meticuloso en mi trabajo, por momentos, lo reconozco, obsesivo con tener todo controlado, de visulaizar en casa lo que pudiera ocurrir para que nada escape a improvisación alguna, estudioso del fútbol para su continua mejora y aplicación a mis equipos. También reconozco que aunque goce de, gracias a Dios, una buena preparación y una buena experiencia a tenor de los equipos que he tenido a mi cargo y por qué no decirlo, "en las plazas que uno ya ha toreado", este deporte está en continua evolución por lo que casi siempre se van a quedar corta mis ansias de aprender de él, del manejo de las situaciones, del control del vestuario, del mayor rendimiento que se le pueda sacar al equipo, del diseño de las sesiones y.....de la dirección de los partidos.
Este domingo en nuestro partido ante el Algabeño, no me duele en prendas reconocer que he cometido un error, imperdonable para mí y que ha desembocado en que mi equipo pierda por un abultado resultado de 4-1. Lo hago público, lo asumo e inmediatamente lo pongo en mi debe para la corrección inmediata.
No debiera haber sucedido sólo a tenor de la cantidad de partidos ya dirigidos pero asumo mi culpa. Creo que es justo dar la cara y pedir perdón a mi equipo. Estoy seguro que no por ello voy a perder ni autoridad ni siquiera van a dudar de mi liderazgo como director de este grupo deportivo, ni, por supuesto, de mi mensaje futbolístico (eso es sagrado).
Teníamos la misión de desplegar el fútbol que en casa nos llevaba a las victorias y desterrar de una vez el que poníamos en juego en los partidos de fuera y a partir de ahí luchar por la que debía ser nuestra 1ª victoria fuera de nuestro campo.
La primera parte fue estupenda de ritmo, intensidad, lucha y control de los espacios por ambos equipos aunque bien es cierto que a pesar de habernos adelantado en el marcador 0-1, todo el juego se suscitó en nuestro campo. El 1-1 llegó rápido, ellos eran vertiginosos por las bandas pero nos estábamos defendiendo bien. Nada más comenzar la 2ª parte (con el primer cambio ya ejecutado por lesión de uno de mis jugadores) nos marcan de jugada a balón parado ensayada, justo la misma que solemos realizar nosotros. Con el 2-1 no levantábamos cabeza y decido hacer 2 cambios para cambiar la cara del equipo y disputar los 25' que restaban.
Mi error imperdonable está en que cuando estos dos jugadores se disponían a salir, caen mis dos laterales lesionados. En un momento de debilidad, pensé que se recuperarían pero ninguno de los dos pudo seguir y me vi obligado a realizar un tercer cambio inmediato y que el portero reserva saltara al campo.
Fueron 5 minutos de desconcierto en los que lejos de paliar el 2-1 en contra, nos marcaron el 3-1 y el 4-1.
Lo siento de verdad y no debería haber ocurrido.
 Desgraciadamente aún no hemos conseguido la victoria fuera de casa además nos endosaron un marcador abultado (estábamos siendo el 2º equipo menos goleado de la competición además del 3er más goleador).
No puedo dejar de mencionar el exquisito, elegante y poco visto comportamiento del Algabeño. Desde la atención de su delegado otorgándonos gentilmente una bandeja de fruta y unos tickets de aperitivos a nuestros jugadores hasta, dentro del campo, el comportamiento viril pero noble de un gran equipo de fútbol comandado por el que fuera gran jugador Diego Tristán, con el que tuve ocasión de conversar un ratito.
Por supuesto cuando ha finalizado el partido, en el mismo campo, he reunido a todos mis jugadores y les he presentado mis disculpas por ese momento de no control lo cuál refrendo en mi blog dando la cara por mi error y no escondiendo lo que para mi sería fácil de tirar bajo la alfombra de que "quienes juegan son los futbolistas"; mis jugadores saben que nunca lo hago y asumo para sí cualquier tipo de responsabilidad cuando algo no ha ido bien.
Lo siento equipo. Ha sido mi gran culpa. 

2 comentarios:

Javi Blanco dijo...

TE HONRAR TUS PALABRAS JOSE MANUEL, PERO NO ESTOY DE ACUERDO, ESTAS SIENDO MUY INJUSTO POR TU PERSONA, EN UN PARTIDO HAY MUCHÍSIMAS DECISIONES QUE TENEMOS QUE TOMAR, MUCHAS VECES, AUN SIENDO ERRÓNEAS E ILÓGICAS, SALEN BIEN Y NO LA DECIMOS. LOS ERRORES SON EL CAMINO DE NUESTRA ENSEÑANZA,, ASÍ QUE NO SEAS TAN DURO CONTIGO MISMO,, ANIMO Y CON EXPLICÁRSELO A LOS JUGADORES ES MÁS QUE SUFICIENTE, UN ABRAZO

José Manuel Fidalgo dijo...

Agradezco tu comentario míster pero no creo que esté siendo injusto conmigo y sí exigente, crítico y honrado con mi equipo. Me merezco mi propia crítica. Un abrazo y espero verte pronto por aquí