Como saben tod@s los que siguen este blog habitualmente o lo hacen de forma esporádica, siempre he sido muy crítico con los padres de los niños que, bien se inician en el deporte, y más concretamente en el fútbol, o bien están a un paso de ser profesionales y tienen un comportamiento irresponsable y alejado de la realidad sobre unos hijos con unas cualidades innatas para este deporte. Por supuesto, para cada padre su hijo es un crack y le quiere más que a nada en el mundo, otra cosa es saberle aconsejar en momentos en que lo necesite y sobre todo SIEMPRE tener los pies en el suelo.
He conocido a muchos padres que han actuado con su hijo del modo equivocado, exigiéndole más de lo que podía dar el chico atendiendo a sus cualidades y no han hecho más que perjudicarles hasta que éste aborreciera el deporte. Este perfil es propio de los padres que presentan un alto grado de frustración por lo que no pudieron llegar a ser ellos y pretenden trasladar a su hijo sus motivaciones. He tenido la "mala suerte" de ver a un buen puñado de chicos con grandes dotes para el fútbol que se han estropeado por los cantos de sirena equivocados de su padre y/o representante. Estos chicos han dejado los estudios, adquirieron coches de alta gama así como otras prácticas fuera de toda lógica como levantarse tarde y no estar sujeto a un rigor alimenticio, de horarios y de descanso, por lo que el resultado no fue otro que talentos para el fútbol diluidos en el agua.
Pero hay otros que con sus sabios consejos y el trazado de una dirección correcta hacen que su hijo vaya amueblando poco a poco su cabeza y le haga pasos firmes y seguros, quemando etapas y marcándose objetivos poco a poco ejecutables. De éstos también conozco a alguno que otro y vaya desde este blog mi reconocimiento. Así sí se forma un deportista y a la postre una buena persona con las ideas claras de lo que es la vida. Cualquier camino que quiera emprender un deportista debe tener unos obstáculos cual una carrera de vallas; no es posible saltar la segunda sin haber saltado la primera y si cae, no hay que mirar atrás porque delante te encuentras otras; se aprende del error para no cometerlo nuevamente y se atiende a los sabios consejos de quienes mas te quieren en el mundo que son tus padres que a buen seguro repetirán hasta la saciedad un vocabulario repleto de frases que contienen las palabras esfuerzo, sacrificio, perseverancia y superación.
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