EL SER HUMANO ES ALUCINANTE

 Ya de por sí resulta alucinante el viaje por uno mismo,sí, eso, lo que todos pensais....llegar a conocerse a uno mismo es algo magnífico que no todo el mundo logra conseguir, siendo en algunos casos una tarea por momentos sorpresiva y en la mayoría de los casos toda una odisea. Lo cierto es que para el resto de los mortales, encontrar de vez en cuando un semejante tuyo que es una celebridad en alguna de las materias o disciplinas humanas lleva a uno a pensar que el ser humano es verdaderamente alucinante. 

Hace poco, pude escuchar en un programa de radio que la ciencia está intentando algo que en las próximas décadas o generaciones será toda una revolución. Pretenden que el ser humano tenga más de un ADN. No sé cómo se formulará todo ésto, lo que sí tengo claro que me dá vértigo sólo pensarlo.

Hay seres humanos, para bien de nosotros, sus semejantes, que vienen a la vida a dejar una huella y para que su nombre figuere para siempre en el recuerdo y en los libros de historia. Habiendo marcado tendencia, moda y forma de vivir; ahora que se cumplen 50 años de la muerte de este mito llamado Marilyn Monroe, uno piensa que no todos los humanos, gracias a Dios, somo iguales ni pasamos por el mundo de la misma forma. Esta chica fue un gran icono del cine y su estela todavía es admirada elevándose a la categoría de mito. ¿Qué tenía?, no lo sé; si sé que su aura todavía es admirada y eso es sencillamente porque era especial.

 Como especial es que exista entre nosotros alguien como Michael Phelps. Mitad hombre, mitad pez, con unos registros de nado espectaculares en todas las disciplinas. Un deportista que ha nacido para que el hombre desafíe las leyes naturales y logre desenvolverse, nunca mejor dicho, como pez en el agual. Con 22 medallas conseguidas, en 3 Juegos Olímpicos, se va por puerta grande, el deportista que más trofeos haya conseguido en citas olímpicas, alguien que será recordado como otro humano especial.

 Hay también, un espacio, por supuesto, en este libro de historia para un jamaicano. Usain Bolt es el hombre más rápido del planeta. Tiene el récord del mundo con una marca de más de un metro largo recorrido en menos de un segundo. Ayer, en la carrera de 100 m. más espectacular de la historia del atletismo estableció un nuevo récord olímpico (9´63 m/s). Dicen de él que tuvo una infancia con problemas en la espalda y que actualmente una de sus piernas es centímetro y medio más larga que la otra. Pero nada de eso impide que sea el humano más rápido de entre todos cuantos haya y que su nombre vaya a perdurar por siempre. Como de todas las grandes celebridades, hay muchas de sus peculiaridades debemos aprender los demás para que nuestra especie humana siga consiguiendo grandes hitos a través de la historia. En este sentido, sus más allegados cuentan que los minutos antes de cada cita importante tiene la profundidad y material para escribir un libro. Muestra unos niveles de autoconfianza y automotivación, dicen, que fuera de lo común, llegando así a una autoconcepción de que es invencible y un autoconvencimiento de que puede mejorar sus registros. Este tipo también forma parte del club de los humanos alucinantes.

Y para alucinante y real, al mismo tiempo, resulta un hecho que, con la era tecnológica en la que vivimos es casi "normal". La sonda Celebrity de la NASA ha puesto pie en el planeta Marte para realizar un estudio a fondo y determinar así si pudo haber o se dan las condiciones para que puedan desarrollarse algunas de las manifestaciones de vida. Si ésto lo unimos a todo lo que estamos viviendo en los últimos años en cuanto a curación de enfermedades, creación de nuevos avances en tecnología y todo lo que deparará el cerebro humano (antes, quién sabe, si no dañamos nuestro Planeta hasta contribuir a su desaparición), estamos hablando de que verdaderamente el ser humano es ALUCINANTE.