lunes, 13 de agosto de 2012

EL BALANCE, AHORA

Ahora, y no antes, una vez que los Juegos Olímpicos 2012 de Londres han llegado a su fin es cuando hay que hacer las valoraciones de lo ocurrido y los balances habidos y por haber. Aparte de las consideraciones particulares que haya que hacer, y que será tarea de los organismos competentes, la imagen que proyecta el deporte español es de una gran singularidad y muy alejadas de aquellos años donde nos conformábamos y veíamos un hito un diploma olímpico. Ahora es distinto, nuestro deporte es respetado y nuestros deportistas son primeras figuras mundiales en muchas de las disciplinas deportivas, incluso llegando a generar algún que otro episodio de envidias (no hace falta que sea más explícito). La constatación de que ésto que digo es cierto queda marcado en la forma en que hemos conseguido las medallas en estos juegos. Basta sólo recordar cómo nuestro mejor olímpico, David Cal, ha remontado en los últimos metros en un alarde de orgullo e inconformismo; el mismo que han demostrado las guerreras del balonmano, por cierto, ha sido todo un culto a la lucha, el que han demostrado estas chicas, así como las Mireias Belmontes, las chicas de la sincro, así como nuestros deportistas de la vela y el tatami, o, cómo no, nuestra impertérrita ÑBA dando una imagen de cercanía de los, para muchos, inalcanzables, NBAs. Entre todos ellos hay un denominador común como patente de la España deportiva, y no es otra cosa que el talento trabajado revestido con una gran coraza de orgullo e inconformismo.
Ahora bien, todo ésto es de agradecer a nuestros deportistas pero los números también cantan; en las últimas Olimpiadas obtuvimos 18 medallas por 17 de estos Juegos. Seguro, algo falla. Ahora es cuando se han de formalizar los análisis y las conclusiones. Me imagino que el Consejo Superior de Deporte tendrá más datos al respecto pero todos somos legítimos dudosos como para preguntarnos por qué no destinan más presupuestos para el plan ADO o por qué no existe una dotación más amplia en CAR en toda España. Es una pena que en atletismo no hayamos conseguido una sóla medalla y sea raro ver alguno de los nuestros en las finales.
Ahora es cuando hay que destinar esos presupuestos y no cuando falte un año para los próximos Juegos, haciendo todos alardes políticos. Ahora es cuando ha de ponerse las pilas el Consejo Superior de Deportes y destinar los presupuestos apropiados para que nuestros atletas y resto de deportistas puedan realizar la mejor preparación para obtener grandes marcas que nos lleven hacia los éxitos y por ende hacia las ansiadas medallas. Y si para ello han de recortarse sus estratosféricos sueldos, sus coches oficiales o sus "paseítos" por grandes hoteles, que lo hagan de inmediato; si no, después vendrán las lamentaciones.

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