miércoles, 30 de marzo de 2011

GOYA

Mucho se ha dicho de él, acerca de su figura, su arte, su personalidad, pero todos coinciden en señalar que era un auténtico genio. Adelantado a su tiempo, la obra del pintor Francisco de Goya es difícil de encasillar, no obstante supone todo un referente para la pintura contemporánea y auténtico precursor de las vanguardias pictóricas del siglo XX. Francisco de Goya y Lucientes fue un pintor y grabador español, nacido un 30 de marzo de 1746 en Fuendetodos (Zaragoza) y fallecido en Burdeos (Francia) en 1828. Goya fue el artista europeo más importante de su tiempo y el que ejerció mayor influencia en la evolución posterior de la pintura. En 1789 Goya fue nombrado pintor de cámara por Carlos IV y en 1799 ascendió a primer pintor de cámara, hecho que le convirtió en el pintor oficial de Palacio. De ahí, que el Museo del Prado de Madrid albergue una parte muy importante de sus obras. En esta época Goya realiza retratos oficiales (personajes de la corte y de la nobleza) y cuadros relacionados con nuestra historia. En esta época se ubican dos de sus cuadros más famosos, presentes en el Prado: La maja desnuda (1800-1803) y La maja vestida (1800-1803). A finales del siglos XVIII, Goya contrajo una enfermedad que le dejó totalmente sordo y que marcaría un punto de inflexión en su expresión artística. Entre 1797 y 1799 dibujó y grabó al aguafuerte la primera de sus grandes series de grabados, Los caprichos, en los que, con profunda ironía, satiriza los defectos sociales y las supersticiones de la época. Los horrores de la guerra dejaron una profunda huella en Goya, que contempló personalmente las batallas entre soldados franceses y ciudadanos españoles durante los años de la ocupación napoleónica. En esta línea destacamos Los fusilamientos del 3 de mayo y La lucha contra los mamelucos (1814, ambas), obras cargadas de gran dramatismo que reflejan este hecho histórico. Tampoco podemos pasar por alto en su composición pictórica las conocidas Pinturas Negras (1820), obras negras, grises en las que recoge sus miedos, sus fantasmas, su locura: Saturno devorando a un hijo (c. 1821-1823), Aquelarre (escena sabática) (1821-1823), entre otras. Como veis, Francisco de Goya fue todo un genio, cuya obra evolucionó a un estilo personal único, que sigue causando el mismo impacto que en el momento en que fueron realizadas.

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