miércoles, 30 de marzo de 2011

GHANDI, ALMA GRANDE

Turno para una de las grandes figuras de nuestro tiempo más reciente que, gracias a su talla moral y personal, transformó la política, sentimiento ideológico y los valores sociales del mundo durante el siglo XX. Era un hombre austero, vegetariano, modesto, de decisión inflexible… Así calificaban sus contemporáneos a Mahatma Gandhi, cuya máxima era buscar el bienestar de su pueblo y conseguir la independencia de su país, utilizando el principio de la no violencia y desarrollando una extraordinaria labor humanitaria. Mohandas Karamchad Gandhi es conocido en todo el mundo con el nombre de «Mahatma», que significa «alma grande». Fue un reconocido político y pensador, nacido en la India el 2 de octubre de 1869 y asesinado el 30 de enero de 1948. Se licenció en Derecho y, además de dedicarse a la política en su país, se le reconoce en todo el mundo debido a que sus enseñanzas dieron origen a los movimientos pacifistas, logrando así la independencia de la India. Más que apuntes sobre su biografía, nos gustaría resaltar su increíble filosofía. Gandhi puso en práctica dos principios de la mística hindú: la satyagraha que significa «fuerza de la verdad», del que deriva el concepto de resistencia pasiva, y la ahimsa, «no violencia». Ambos principios suponen la búsqueda de la verdad como camino de rectitud y virtud de los cuales la no violencia es consecuencia directa de la primera: la fuerza de la verdad hará que se imponga por sí misma, no mediante la violencia. Uno de los grandes legados morales de Gandhi fue predicar con el ejemplo. El daño sufrido no ha de corresponderse con una respuesta violenta, sino lo contrario, una posición pacífica a modo de resistencia. Como viene siendo habitual, terminamos con una de las citas célebres de nuestro protagonista de hoy: «No hay camino para la paz, la paz es el camino».

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