domingo, 23 de septiembre de 2018

LO QUE A MÍ ME DUELE

Fiel reflejo y, a imitación, de la mayor parte de lo que supone en la actualidad ser la clase política en nuestro país, faltos de liderazgo y carisma y sobrados de corruptelas, mentiras, intereses y enjuagues, hemos asistido en el día de hoy a un vergonzante cruce dialéctico entre los dos máximos mandatarios del fútbol español.
Rubiales acusaba a Tebas de ser marioneta de las televisiones para poner horarios fuera de toda lógica y cordura a tenor de las altas temperaturas registradas en los partidos de nuestra primera división, la élite. Tebas acusaba a Rubiales de ser demagogo, ventajista y populista. 
Estoy convencido que Tebas es preso de los dictámenes de un superpoder llamado plataformas televisivas como también lo estoy de que Rubiales hace demagogia de algo tan flagrante como poner a jugar al fútbol a unos jugadores que se juegan su integridad física a unas temperaturas desmesuradas.
Sería tan fácil como que se citaran en una sala (con aire acondicionado) y debatieran para sacar puntos comunes y ventajosos para todas las partes.
Hago esta denuncia por la vergüenza ajena que me produce la imagen que dan así como por el dolor que me produce que sólo se preste atención desgraciadamente a la élite (es lo que, evidentemente da audiencia y hace ruido) cuando miles de futbolistas se han expuesto en el día de hoy a temperaturas infernales en toda España, principalmente aquí en Andalucía (una de las tantas territoriales dependientes de la Federación Española) y eso no le duele a Rubiales pero a mí sí. 
Mis jugadores, que son los que me duelen, han comenzado este mediodía un partido a 37 grados y lo han finalizado a 40 mientras los dos mandamases se cruzaban en twitter para medir sus fuerzas. 

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