Cuando llegan los finales de temporada sólo son 2 los elegidos para optar al más prestigioso e importante trofeo del mundo por equipos como es la Champions.
Atrás quedarán muchos partidos desde septiembre en el que no habrán faltado emociones, alguna pesadilla y cómo no, en un juego de aciertos, errores y momentos como es el fútbol, los que lleguen a esta gran cita del 24 de mayo en Lisboa, habrán sido, seguro, los que mayor dosis de lo primero y menor de lo segundo hayan puesto.
La semifinal Atl. Madrid-Chelsea ha servido para alimentar el debate del resultadismo vs. cualquier otra de planteamiento del fútbol. Ha ganado ésta última como no podía ser de otra forma. El Atlético es hoy por hoy mejor equipo que el Chelsea y lo ha demostrado en las facetas mencionadas.
Pienso que da igual qué equipo dirijas como para renunciar a una parte del juego como hizo el Chelsea en Madrid. Error que parecía que iba a cometer el Atlético en la 1ª parte de la vuelta y que corrigió notablemente en la 2ª parte para imponerse claramente.
Es increíble la temporada que está haciendo este Atlético abanderado por un ímpetu inusitado de un Simeone que ha arrastrado a todo un equipo con él. Bravo por el éxito de una idea compartida por un grupo de trabajo entrenador-plantilla, su propósito les está llevando lejos.
El otro finalista es el 7º de caballería. Ya he mencionado desde hace un par de años que al igual que tienen un lugar en la historia, la canarinha del 70, la naranja mecánica holandesa, la interpretación defensiva de aquel Milan de Sacchi o el fútbol de posesión realizado por el Barça de Guardiola, la ejecución del contraataque por parte del R. Madrid actual es un canto a este arte de marcar gol a la mayor velocidad a la que un ser humano pueda llegar a interaccionar con un balón en un campo de fútbol. Es perfecto, sublime....un regalo para los sentidos de los que amamos el fútbol.
Siendo así, pasó por encima de un Bayern incapaz de hacer nada por pararlo ni por rebasar un entramado defensivo también majestuoso en su interpretación con jugadores como Xabi Alonso y Modric como grandes lectores de los espacios y una línea defensiva hecha un muro para que a Casillas ni siquiera le llegue el balón.
Soy acérrimo seguidor de la propuesta de fútbol de Guardiola, sin duda, aunque las armas de este R. Madrid han tumbado a un Bayern plano e inoperante para cambiar de planes a lo largo de 180 minutos. 0-4 es escandaloso para estos niveles. Este R.Madrid también fue imparable en cuanto a su propósito, algo que suele ganar partidos importantes desde la unión y solidaridad.
Por cierto, no me gustaron las declaraciones de Guardiola pre-partido de vuelta. Cayó en la trampa del victimismo, quizá por congraciar con la cúpula de su club que oprimían su concepción del fútbol (tampoco entiendo estas críticas de los pesos pesados del Bayern ya que sabían lo que traían cuando ficharon a Guardiola), no le pegaron al entrenador español.
Será una final inédita. R. Madrid-Atlético. El Madrid con el hambre de optar a conseguir la Décima y el Atlético con la inercia de su voracidad durante todo el año. Un derbi. Cuentas pendientes. Será apasionante cada minuto.
Y no sólo se queda ahí el exitazo del fútbol español. El Sevilla también nos representará como finalista en la Europa League de Turín. Los sevillistas han dejado en la cuneta a un buen Valencia cuando casi la bocina sonaba pero todo es partido. Siempre digo que los sentimentalismos, romanticismos (sin duda, debe haberlos además de que cada uno pueda hacerlo lo mejor que sepa) han de quedarse en los entrenamientos y la preparación de los partidos. En la competición no existen mercecimientos ni justicias; lo repito mil millones de veces más si hace falta, este deporte vive de aciertos, errores y gestión de momentos.
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