Es indudable que el fútbol moderno sigue dando pasos agigantados para explotar un juego en todos los niveles y disciplinas para obtener más rendimiento así como estar más preparados en todas las infinitas materias que lo engloban.
Cada vez encontramos a chic@s más dotados a edades más precoces pero, desde mi punto de vista, hay un lunar en esta evolución, el nivel técnico.
Cada vez encontramos a chic@s más dotados a edades más precoces pero, desde mi punto de vista, hay un lunar en esta evolución, el nivel técnico.
Pienso que ciñéndonos a la materia de técnica individual, muchos chic@s que pueden considerarse cracks tienen grandes déficits en aspectos técnicos que, bien no están dotados para ello o bien no han dedicado el tiempo suficiente en su mejora caso de ostentar la dote.
Lo cierto es que hoy día a la gente, sobre todo a quienes deciden sobre la proyección de estos chic@s, seduce y son más llamativos otros aspectos como el físico, la fortaleza mental o su evolución competitiva.
Desde que se inician están metiendo en vena a pequeños futbolistas competición y más competición dejando un poco de lado el fuego lento de una preparación, la técnica, inherente a este deporte y complemento inseparable de una creatividad que a la postre serán pilares del porqué ver lleno un campo de fútbol de espectadores.
En mi caso, soy un obseso, incluso en futbolistas ya entrados en edad, dedicar mucho tiempo de entrenamiento a invertirlo en la mejora de conceptos técnicos.
He aquí una demostración, con el método Coerver de cómo no podemos dejar de lado este entrenamiento de la especificidad que supone estar dotado técnicamente.
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