Me considero un idealista firme y convencido para el fútbol. Cualquier crítica, de donde viniera, no va a cambiar mi criterio sobre mi modesto entender de este deporte, mi forma ni mi estilo, mucho menos ningún resultado de un partido.
Por supuesto, como todo mortal, estaré triste cuando perdamos y contento en la victoria. Igualmente, siempre quedaré diligente, incluso me faltarán horas del día, para buscar algo más de mi y de mi equipo a la vez que, sin duda, me sobrará humildad para aprender cada día de todo y de todos. Tengo por norma en mi proceder en el fútbol ser moderado en las euforias de las victorias así como buscar normalidad y huir de los catastrofismos creados en las derrotas.
Qué trabajito cuesta identificar y estar prestos para cualquier resultado que pueda darse en un juego como el del fútbol. Si visualizáramos una posible derrota, por mor de estar preparados para la misma, al mismo nivel que nos obcecamos en sólo pensar continuamente en que ganaremos, nos ahorraría más de un disgusto.
Por mucho trabajo que lleve desde la trastienda, a nivel de entrenamiento y preparación, en los que mi misión como entrenador es crear entre mis jugadores el mayor número de situaciones posibles que luego encontrarán irremisiblemente en un partido competitivo, es indudable que es fundamental para el resultado final del mismo el nivel de acierto y error para la hora y el sitio marcados en dicho partido.
Esta semana jugábamos ante el Cantillana, un rival, a día de hoy, directo y es cierto que hemos hecho una gran primera parte que ha propiciado que, con permiso de los avatares que siempre puedan darse en el fútbol, nos ha permitido casi alcanzar los 3 puntos en ese periodo.
Por supuesto, mi equipo siempre juega para ganar, pero estaba tan contento con el juego desplegado por mis futblistas que me atreví a decirles en el descanso que daba igual el resultado si éramos capaces de hacernos felices desarrollando esa forma de jugar tan atractiva y vistosa para las casi 200 personas que nos encontrábamos presenciando el partido.
Puede ser esta primera parte los mejores minutos que hayamos disputado. Los motivos: buena ubicación en el campo, rápida y efectiva circulación del balón así como una más que aceptable lectura en cuanto a la movilidad de nuestros futbolistas que han hecho mucho daño en la defensa rival y, por supuesto, un gran acierto ante la portería rival.
El guión está más que aprendido y nuestra idea más que grabada, el devenir competitivo de cada encuentro hará que nos labremos nuestro sitio en la clasificación.
Doy la enhorabuena a toda mi plantilla por la entereza y el gran nivel mostrado en los entrenos (como en cada uno de las 77 sesiones que llevamos hasta el día de hoy) en una semana difícil como la que ha quedado atrás y por el empaque que han tenido en este partido ante el Cantillana.
Seguimos nuestro camino.
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