LA FELICIDAD QUE DA LA VIDA

Movido por una gran felicidad os escribo este post en el que, después de 2 días, aún continúo en éxtasis de alegría. Mi sobrino Antonio Fidalgo Álvarez (curioso, tendrá los mismos apellidos que mi padre) ha nacido el viernes 9 de septiembre a las 12'30 h., ha pesado 4 kg y 40 gramos y es un niño precioso además de muy grande y blanquito. Es indescriptible la felicidad de toda la familia y en especial de sus papis. Después de una larga noche (del jueves al viernes) en la que todo apuntaba a que el parto sería largo, la inquieta espera y el posterior alumbramiento,.... todos ellos fueron momentos para no olvidar por la emoción vivida. En la vida hay muchos momentos que nos da dolor, desesperación y profunda pena pero hay otros que muchas veces nos cuesta saborear y sólo damos valor cuando nos faltan o cuando no los podemos tener. Una vez más le doy gracias a la vida por vivir estos momentos de gran felicidad. Ahora sólo me queda esperar que mi pequeño sobrino Antonio sea un niño sano, crezca mucho y se convierta en un hombre de bien con la educación que reciba de sus padres.

No puedo olvidarme de la inmensa cantidad de sms, llamadas, comentarios en redes sociales de toda la familia, muchos amigos y un sinfín de conocidos. Ha sido muy gratificante poder recibir cada uno de estos mensajes, cada cuál más emocionante, alentador y salido desde el corazón. Muchísimas gracias a todos y aunque ya mi hermano ha anunciado que responderá uno a uno cuando llegue a casa y se asiente, si puedo servir como portavoz familiar, sólo nos queda rendirnos hacia el calor de la gente y estar muy agradecidos a todos.