martes, 17 de febrero de 2015

UN ATROPELLO

Mientras los flashes del fútbol, horas de radio y titulares periodísticos van dirigidos a la crème de la crème de este deporte, hay una batalla que se está librando en el subsuelo, esto es, el fútbol modesto y por ende, su futuro, ya que salpica sobremanera a la formación de los futuros futbolistas de este país.
Ni siquiera una norma aplicada al deporte sino una "ley de emprendedores" promulgada en el Congreso de los Diputados insta a "llevarse por delante" una amplísima multitud de clubes de fútbol de toda España y toda su estructura.
Sin estudiar a fondo qué labor formativa y socioeducativa se lleva a cabo en estos clubes, muchos de ellos protectores de Escuelas de Fútbol, tiene esta ley como espíritu que todos sus entes colaboradores, en su mayoría personas que por una cantidad irrisoria que prácticamente ni compensa gastos, hacen de entrenadores, delegados y apoyo logístico en desplazamientos, deban estar afiliados a la Seguridad Social con el siguiente coste que acarrea así al club esta particularidad.
No hay que ser muy lúcido para darse cuenta que los clubes modestos tienen como sustento económico para participar en las competiciones federativas (cuotas de inscripción, árbitros y gastos de desplazamientos) la pequeña aportación otorgada por los padres de los integrantes de estas Escuelas en forma de carnets de socios o un café que se tome en el ambigú de las instalaciones deportivas. Tampoco aprecian nuestros sénecas legisladores la labor, en forma de tiempo de dedicación, de miles y miles de niñ@s en pos de sus relaciones sociales con otros niñ@s, la práctica de actividad física y deportiva y de todo en cuanto a relaciones de convivencia se refiere. Pero, claro, hay muchísima gente que rodea en estos tiempos el fútbol en estos niveles y han de escudriñar unas buenas miles de afiliaciones que palíen su nefasta gestión de tantos años en cuanto al empleo se refiere en este país.
¿Se atreven a hablar de "dinero negro" las cantidades que tienen como asignación estos colaboradores, amenazando incluso con inspeccionar palmo a palmo cada club y Escuela Deportiva?; dinero negro el que evaden en grandes divisas a paraísos fiscales todos esos monstruos (personas físicas y jurídicas) que están destruyendo nuestra economía o dinero negro el de los profesionales independientes con consultas en su domicilio...
Los clubes de fútbol, en su gran mayoría, por supuesto a estos niveles modestos, están adscritos a un régimen estatutario de entidades sin ánimo de lucro. Que me expliquen por qué a nivel laboral quieren hacerlos entrar en el régimen general. ¿No han pensado que la solución podría pasar por crear un régimen particular para no conducir hasta el ostracismo a estos clubes y "cargarse" las entrañas y el futuro de nuestro fútbol?
No sé qué teje y maneje se traen el CSD y la RFEF, los unos quieren fiscalizar el dinero de las quinielas que gestionan los otros, realizarles auditorías por mor del dinero público que reciben en forma de subvenciones y estos otros alientan a la cruzada con los unos; lo cierto es que todo pende de un hilo siendo un peso muerto el fútbol formativo.
Ya se han hecho multitud de huelgas en muchos lugares de España (Cataluña lleva la bandera reivindicativa al haber desaparecido ya varios clubes por la multa ocasionada) y la contestación social cada vez es más generalizada en forma de partidos suspendidos, a estas alturas casi 100.000 afectando a 20.000 equipos y casi 333.000 futbolistas (curioso el dato de que aún Andalucía no ha movido un dedo).
Para el 7 y 8 de marzo se espera otra macrohuelga a este respecto para concienciar a tod@s de lo que puede convertirse en una catástrofe deportiva y, cómo no, social.
Desde este espacio hago una denuncia pública y una llamada a la contestación de lo que considero un atropello y un atentado contra la raíz del fútbol, o de dónde han salido nuestros grandes futbolistas si no de las Escuelas Formativas de los clubes modestos. 

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