No es fácil, en muchos casos, gestionar momentos de dificultad. Es necesario pararse y ser frío aunque la profesión se lleve por dentro con el consiguiente efecto colateral de que poco a poco tu vida útil se vaya aminorando.
Las relaciones humanas y más si quedan circunscritas en un espacio tan delimitado como las 4 paredes de un vestuario son complejas, incluso, a veces, inesperadamente límite.
Con toda rotundidad puedo decir que es necesariamente imprescindible que la figura del entrenador sobrevuele con un convencimiento firme y asentado en unas ideas férreas por el terreno pantanoso de las dificultades que a veces suele presentársele a un equipo de fútbol. Sin olvidar que el futbol sigue siendo de los futbolistas y todos los entrenadores quedamos a merced de los aciertos y errores de los mismos.
Nuestro equipo, ha vuelto a mostrarse de hierro ante un partido como el de esta jornada ante el Brenes. Durísimo rival, buenos jugadores y buena dirección los que ostenta, seguro estarán en los puestos altos.
Hemos entrado tan bien al partido que ya en el m.2 hemos marcado sorprendiéndoles aunque ellos tenían un guión establecido y no era otro que presionarnos sin descanso y en todas las zonas del campo.
Hemos sabido leer muy bien lo que acontecía, dando a nuestro inicio de juego todas las variantes posibles, tantas que en casi todas las acciones hemos cumplido nuestro objetivo que no era otro que llegar a ser poseedores del balón en zona media gracias a la buena lectura de golpeo efectuada por nuestro portero así como los no menos buenos cabeceos en prolongación ejecutados para obtener ventajas en los espacios.
Fue todo un derroche de energía y de oficio los de mis jugadores durante todo el partido. Tuvimos que lidiar con contratiempos tan relevantes como una lesión de uno de nuestros centrocampistas más importantes en el m.11, un penalti en contra (extraordinariamente interceptado por nuestro portero) en el m.30, una sustitución por precaución de posible lesión en el m.50 y otra lesión de otro de nuestros centrocampistas en el m.65; en suma, nada de extrañar que no pueda darse en la competición pero, sin duda, dificultades añadidas.
Mucho tuvimos que trabajar defensivamente para cerrar todos los espacios siendo una gran respuesta de todos la nota dominante y continua.
Ellos eran magníficos en los metros finales pero se convertían en un poco "largos" tácticamente cuando por el paso de los minutos les acuciaba la necesidad de igualar el marcador. Nosotros seguíamos golpeándoles con nuestras armas hasta que en uno de nuestros contraataques, m.80, les "pillamos" y marcamos el 2-0 en una jugada muy bien llevada.
Hasta el final fue un intercambio de golpes con puños de hierro en los que felizmente para nosotros, fuimos los vencedores. Fueron, por tanto, 3 puntos muy trabajados.
El sacrificio, el esfuerzo, el oficio y la UNIÓN que tuvieron mis jugadores son dignos de todo elogio por lo que me descubro abiertamente.
El fútbol es un viaje en noria en el que todos queremos que cuando se pare (final de la competición) estar arriba del todo pero que inexorablemente en cada vuelta hemos de pasar por debajo y es justo la gestión de estos momentos lo que hará que se vuelva a coger impulso para buscar el éxito o nos bajemos del vagón.
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