Estos días es noticia, desagradable noticia, episodios odiosos en campos de fútbol contra futbolistas de color. Evidentemente, el tema se está politizando de tal forma que puede ser trending topic como asunto más comentado no sólo en redes sociales sino en la calle. En torno a esta polémica digo yo:
Está claro que quienes realizan este tipo de actos o cánticos repugnantes contra jugadores de color son escoria de la sociedad. A veces se da la paradoja que son personas relativamente bien formadas pero que UTILIZAN el fútbol como vía de escape para transformarse en su otro yo.
Por supuesto, aparte de que haya que erradicar esta lacra no sólo de los campos de fútbol sino de una sociedad que a veces no sabemos si la cara B de cada persona puede representar un peligro para la misma, ¿no creen que por 4 idiotas se está demonizando a toda una afición o incluso tachando de racista a la sociedad española?, ¿no será que se está alimentando esta corriente debido a dar a esta panda la publicidad que buscan?, o no será que detrás de esta gentuza lo que subyace no es racismo y sí una mala educación?......yo me inclino más por esta apreciación.
Uno, que como cualquier hijo de vecino, ha asistido a multitud de partidos en directo, quedo horrorizado de cómo se comporta un gran sector de gente. Personas que en la vida real son amables, afables, educados se convierten en energúmenos por ellos mismos y por asociarse o mezclarse con grupos ultras. Es increible pero totalmente cierto.
Una cosa es animar a tu equipo y otra acudir al campo a insultar a diestro y siniestro o enfadarte hasta con el videomarcador. Desde mi punto de vista es una aberración social este hecho.
Si de algo tengo que renegar del fútbol respecto a otros deportes donde la concepción deportiva es vivida de otro modo (en waterpolo, rugby, tenis, balonmano......los jugadores se saludan antes y después de cada partido y el público es respetuoso, a lo mejor por ser entendidos). En el fútbol, hoy día ya está normalizado el insulto, violencia, inquina, odio y faltas de respeto.
Mientras a los campos de fútbol no puedan asistir los padres con sus hijos normalmente sentados en sus asientos para animar a su equipo y a su lado se sitúen otros padres con sus hijos con la indumentaria del equipo oponente ese día como si una cosa normal fuera, el fútbol no será un deporte ni un espectáculo del siglo corriente. A día de hoy eso es inviable, prueba de ello lo tenemos recientemente cuando los operarios del Barça han echado de una localidad pagada religiosamente por llevar la camiseta de otro equipo. ¿Eso no es grave ni atentador contra la libertad?, quizás sea más grave este hecho que hacer el mono, nunca mejor dicho.
¿La solución?....yo lo tengo clarísimo. Educación y más educación. ¿Responsables?....todos. Unos padres que se afanen en educar convenientemente a sus hijos, un Gobierno y Ministerio de Educación que velen por, de una vez, consensuar programas educativos no sesgados por signo político alguno, un Consejo Superior de Deporte y clubes que impidan entrar a los campos a estos energúmenos y controlen de una vez este tipo de actos deleznables.
Si ésto ocurriere está claro que tendríamos una sociedad más culta y educada para identificar que el deporte es eso, deporte y de paso nos evitaríamos que a día de hoy los rotativos internacionales no abriesen con las news de que España es un pais racista en vez de con los éxitos de nuestros equipos de fútbol.
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