No hay nada más gratificante para un entrenador de fútbol que después de haber invertido un montón de horas sentado delante de apuntes y el ordenador, planificando un trabajo, con la única motivación de aumentar el rendimiento individual y colectivo de todo un equipo de fútbol, todo ello lleve a la satisfacción personal de obtener la repercusión buscada, ésto es, que se lleguen a conseguir los objetivos propuestos. Claro está, éstos deben ser realizables y acordes con la justa medida de las posibilidades y el potencial existente. Y todo el tiempo que transcurre hasta ese momento final es una serie de pasos o estadíos que todos quienes amamos este deporte lo disfrutamos al minuto.
Siempre me he considerado un entrenador de vocación y como tal me siento como pez en el agua en cada momento de la temporada y en cada situación que pueda surgir entorno al desarrollo de entrenamientos y partidos.
Sólo 2 días se llevan transcurridos desde el comienzo de la pre-temporada con mi equipo y soy feliz al comprobar el nivel de crecimiento de los futbolistas que formaron parte del grupo el año pasado así como el potencial de los chicos que suben a nuestro equipo.
Ingenuo sería si otorgara la categoría de "fraguado" a un equipo que vuelve a ser demasiado joven para la categoría en la que volveremos a competir (constituirá nuevamente gran parte de la plantilla chicos de 1er. año) o fuese alevoso en promulgar que estaremos en los puestos altos de la clasificación cuando lo primero de todo es hacerse sentirse seguro al equipo con cada tarea que ha de desarrollar sobre el campo. Nos llevará muchas horas y mucha insistencia subir el nivel de estos chicos para que estemos listos para competir en una liga exigente aunque no por ello deje de tomarme cada entrenamiento con el rigor y el disfrute máximo de alguien que siente pasión por lo que hace. Forma parte de las previsiones que volveremos a sufrir en cuanto a los resultados en la primera mitad de la competición, para recoger la cosecha en la segunda vuelta (como la temporada pasada).
Para mí, el fútbol son sensaciones....en cada partido, en cada entrenamiento, en casa cuando preparo el trabajo; por ello, con sólo dos días de pre-temporada, estas sensaciones son buenas y esperanzadoras de que volverá a ser un año apasionante.
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