De dominio público es aseverar que el fútbol español, para alegría de cuántos hemos esperado décadas, es el modelo imperante en el mundo del fútbol además de ser admirado por la exquisitez que es mostrada por nuestros futbolistas, avales todos ellos que nos están llevando a la obtención de galardones tan importantes como Eurocopa y Mundial a nivel de selección, así como a nivel de clubes ocupar cetros europeos y mundiales. Todos estos éxitos no han caído del cielo ni nos hemos levantado un día y hemos encontrado todo ésto sino que una buena estructuración del trabajo en las canteras de nuestros clubes, una buena formación y seguimiento de los futuros futbolistas así como una gran preparación de nuestros entrenadores durante años atrás. El resultado es muy significativo, es toda una delicia poder ver jugar a cualquier equipo en España, el fútbol que se hace aquí cada vez tiene más kilates en todos los ámbitos futbolísticos.
Pero si hay un país donde se están dando los pasos para ser lo que hoy somos nosotros, ese es Alemania. El fútbol alemás siempre ha estado estereotipado como rudo, constante, basado en el poderío físico, carente de calidad técnica salvo excepciones....aún así, siempre vemos a los equipos teutones y su selección en la cresta de la ola o peleando por primeros puestos. Asímismo sus futbolistas, y como digo, salvo excepciones como Torpedo Müller, Matthaus, Litsbarski, Hasler o Lahm, siempre han adquirido una imagen de jugador robot (grande, potente y con movimientos previsibles). Sus equipos se basaban en una idea común basada en la explotación de sus aptitudes físicas y en crear futbolistas atletas. Pero todo ello hoy ha cambiado. Los equipos han comenzado a contratar extranjeros de gran calidad y estilistas del balón, sus canteras están siendo estructuradas para asemejar su forma de jugar a la que hoy hacemos en España, sus técnicos están adquiriendo nuestras mismas ideas y el número de licencias en cuanto a futbolistas y entrenadores ha aumentado en un gran porcentaje. El resultado a este trabajo tampoco se está haciendo esperar, cualquier partido de la Busdesliga tiene hoy ya un gran aliciente futbolístico, en todas categorías de la selección alemana, además de estar obteniendo grandes resultados, están saliendo chicos de un gran nivel. Basta dar los nombres de Müller, Özil para dar cuenta de ello y de este cambio generacional, como la extraordinaria batuta de un gran entrenador como Joaquim Low. La Final de la Eurocopa y el fútbol desarrollado por Alemania en el último Mundial presagian un nuevo dominio en el fútbol mundial y, aunque egoístamente, me gustaría que llegara lo más tarde posible, los mimbres que está poniendo Alemania no son para otra cosa que para ser el nuevo rey del fútbol mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario