El calabacín, ideal para una comida de verano, ya que reúnen un buen porcentaje de agua que ayuda a hidratarnos y refrescarnos, son muy bajos en calorías y además, poseen vitaminas y minerales importantes para el organismo.
El calabacín es una verdura ligera y fácil de digerir, por lo que su consumo está recomendada para todo tipo de personas, bien sean niños, jóvenes o ancianos. Por este motivo este alimento goza de gran popularidad y se ha convertido en un imprescindible en la dieta mediterránea.
A la hora de destacar sus cualidades vamos a empezar señalando que es perfecto para hidratar nuestro organismo, ya que gran parte de su contenido (más del 80%) es agua. Esto precisamente es lo que hace que el calabacín sea un alimento diurético que nos ayuda a eliminar los líquidos y las toxinas que nos sobran del cuerpo.
Tampoco podemos olvidar su aporte mineral. El calabacín nos ofrece minerales como el fósforo, el magnesio, el hierro, el calcio y el yodo, artífices del correcto funcionamiento del organismo y necesarios para mantener unos niveles adecuados de electrolitos en el organismo. Estos minerales, también, nos ayudarán a asimilar correctamente los nutrientes que nos brindan otros alimentos.
Y por ultimo, es una fuente importante de vitaminas. Está compuesto por altas cantidades de vitaminas entre las que vamos a destacar la vitamina C, necesaria para mejorar las defensas y proteger al máximo las células del efecto de los radicales libres. También destacables son los aportes de vitaminas del grupo B como la vitamina B1, B2 y B6, necesarias para conseguir unos buenos tejidos corporales.
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