Esta época en las que nos está tocando vivir se caracteriza porque estamos inmersos en la burbuja de la continua crispación. Crispación política, crispación económica, inestabilidad en todos los ámbitos de la vida....Saturados de información y además rápida motivada por el acceso que hoy tenemos a redes sociales, páginas webs, televisión, todo hace que traslademos los problemas del mundo al ámbito personal en un sólo segundo. Es cierto que hay motivos para acostarte cada noche con el ¡ay! por muchísimos motivos, ¿tendré y tendrán los míos salud para acometer la vida diaria?, ¿qué pasará en el trabajo?, quiénes seamos objeto de disfrutar de este bien preciado. Y si además de todo ello ojeamos un poco algún periódico, visitamos algún portal, oímos cualquier porgrama de radio o televisión vemos que el problema del mundo es el fútbol. Todavía más, si ahondamos un poco, el problema del mundo es lo que ocurre en el Madrid-Barça o en sus plantas nobles. Yo, he de reconocer que soy uno de los muchísimos millones de personas que caemos en esta trampa de creer que es así pero la vida es algo más que ésto tan vanal. Haciendo una reflexión por todo lo que ocurre últimamente no me queda más que revelarme ante la mala imagen que está dando el fútbol como un todo vacío de cualquier lógica. Futbolistas, entrenadores, dirigentes, periodistas, aficionados, hemos convertido éste, para mí amado deporte, en un foco de suciedad, violencia y ausencia total de valores deportivos y humanos. Por tanto no me queda más que revelarme contra toda actitud antideportiva dentro de un campo y fuera de él; que si un futbolista pisa a otro en actitud violenta, que si los jugadores de la Roja ni se miran para saludarse y se provocan mandando mensajitos con manos abiertas y anuncios en autobuses, que si empujones, fingimientos absurdos y antideportivos, que si patadas, agresividad, violencia; lanzamientos de objetos a los campos, insultos a los futbolistas, lanzamiento de balones al campo mientras se disputa el partido. Los entrenadores y especialmente Mourinho, repartiendo a diestro y siniestro, que si ahora no corto el césped, que si no lo riego. Cuánta porquería sin ponérsele coto. Los dirigentes se dan la mano protocolariamente y sus actuaciones son penosas e hipócritas, faltando a su responsabilidad de máximos representantes de una entidad deportiva. ¿Es que nadie va a poner un poco de cordura en todo ésto?, ¿es que nadie se da cuenta que estamos siendo el hazmerreir de toda la Europa futbolística y la que no lo es?, ¿dónde está el sentido común de todos lo que pertenecen a este mundo futbolístico?. Espero, deseo e insto a todos estos agentes a que reflexionen cada uno en su habitación y se pare un momento a pensar, con la responsabilidad que se le atribuye, para apagar la luz, dejar los orgullos en esta oscuridad momentánea y pensar un poco en la imagen que estamos dando y adónde estamos conduciendo este bello deporte. El fútbol merece que no sobremos odio y rencor, luz en el camino, esperanza de mensajes positivos y sobre todo, mucha cordura para que siga siendo lo que debe ser, sólo un juego.
1 comentario:
Estoy totalmente de acuerdo contigo,Jose Manuel.Esto se está pasando yá de castaño a oscuro y espero que alguien lo corte, pq es lamentable.
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