Tener un buen descanso contribuye a empezar el día con las pilas cargadas y es sinónimo de vida saludable de cara al futuro. Como sabemos que cada vez hay más problemas derivados con el sueño, se facilitan una serie de consejos para tener un descanso por las noches de 10… ¡Presta atención!. Antes de nada, es muy importante que para los que os gusta el café o algún refresco de cola, no debéis consumir estos productos 6 horas antes de acostarse. La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central, por lo que puede alterar la conciliación del sueño e, incluso, interrumpir nuestro descanso. Tenemos que sustituir el café por otra infusión relajante y consumir productos sin cafeína o descafeinados antes de acostarnos. No debemos hacer ejercicio aeróbico 2 horas antes de irnos a la cama. El ejercicio aeróbico eleva la frecuencia cardíaca y genera una fuerte estimulación en nosotros. Podemos sustituirlo por otras actividades más relajantes como el yoga por ejemplo. Tomar un vaso de leche antes de acostarnos o una ducha caliente también son buenas soluciones. La leche posee triptófano, un aminoácido que favorece la liberación de serotonina, hormona que nos relaja y contribuye a dormir mejor. Por otra parte, una ducha caliente hace que la temperatura del baño influya en la temperatura corporal, reduciéndola, lo cual provoca sueño. Leer un libro, poner a oscuras toda la habitación, escuchar un poco de música… son otros consejos que propician que tengamos un descanso nocturno adecuado. Y si, una vez que nos hemos acostado, ha pasado media hora y todavía seguimos despiertos, es mejor levantarse y realizar algunas de las acciones que os hemos mencionado antes. Sólo cuando sintamos sueño, nos acostaremos otra vez. Haced caso de nuestros consejos, estaréis más concentrados, más animados y menos estresados durante el día… ¡Felices sueños!
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