jueves, 30 de septiembre de 2010

LLUVIA ÁCIDA

Entendemos por lluvia ácida aquella que se forma derivada de los vertidos de dióxido y trióxido de azufre que emiten las centrales eléctricas, fábricas, maquinarias y automóviles. Estos gases reaccionan al contacto con la humedad del aire y se transforman en ácido sulfúrico, ácido nítrico y ácido clorhídrico; estos ácidos se depositan en las nubes. Vayamos por partes para que entendáis mejor este fenómeno. Las emisiones de algunos gases que producen actividades humanas son los que originan la lluvia ácida: los principales gases son los óxidos de nitrógeno (NOx) y el dióxido de carbono (SO2). Ampliamos la lista de agentes originarios con los fertilizantes que se utilizan en el cultivo de los campos, la actividad volcánica y biológica, a la que sumamos la derivada de la actividad humana cuando se produce una quema de combustibles fósiles (carbón, aceites combustibles y derivados del petróleo). Los gases que antes os hemos citado, al combinarse con la luz, el vapor de agua y el oxígeno se transforman en ácido sulfúrico (H2SO4) y ácido nítrico (HNO3). Y aquí ya entra en juego las condiciones de climatología: el viento y la lluvia pueden transportar estos ácidos a cualquier zona, incluso a aquellas en las que no se había originado como parques naturales, entre otros. Todo esto tiene consecuencias negativas: se contamina lagos y aguas subterráneas, se deteriora la vegetación e incluso las construcciones históricas también sufren daños, sobre todo aquellas hechas con piedra caliza (se transforma en yeso).

No hay comentarios: