Hay días en la vida que para siempre se alojan en el recuerdo. Tras ellos siempre queda la espera, la impaciencia, la incertidumbre, una desmesurada preocupación y la esperanza de que sea inolvidable. Una vez transcurran esas 24 horas esperadas concurrirá una extraordinaria alegría, una gran cantidad de emociones y todo, para llenar un libro de recuerdos de momentos acumulados.
Gonzalo y Vane, en este día de vuestra boda ya OS imagináis lo que puedo llegar a desearos. Y cual si existiera un precio para pagar este momento, ya lo tenéis comprado con todo el tiempo, el trabajo y el amor que OS une porque este es vuestro momento.
Disfrutad y no OS olvidéis dejad volad vuestros sentimientos. OS queremos.
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