CONVIENE

Conviene en la vida estar preparado, y más aún, documentado, para no quedar en ridículo a veces.

Cómo no, conviene saber manejar las euforias, al menos saberlas disfrutar sin estar mirando continuamente a tu vecino. Entre otras cosas porque dejas entrever una insatisfacción propia y una dependencia envidiosa del lugar adonde jamás podrías llegar.

Igualmente, conviene no esconderse en el "yo no lo conozco" cual San Pedro con Jesucristo, prejuzgar como si erudito fueras de cualquier materia y malhablar rezumando alevosía cuando las vacas vienen flacas para cuando vengas gordas sacar pecho y acaparar primeros planos.

Siendo así, conviene tener en cuenta que en la posición del tirador del boomerang se ve muy lejano que éste pueda volver pero créanme que vuelve y cuando lo haga se encargará de hacer recordar algunas cosas.
Y hasta que se invente alguna mejor, aunque creo que no, mientras regresa este artilugio inteligente, la mejor respuesta en forma de bofetada silenciosa siempre será la indiferencia.