Nada más mencionar que esta historia ha tenido lugar en un pueblo pequeño cubierto de niebla, una noche de mucho frío en época de Navidad, el final no tiene más remedio que ser emotivo y entrañable. Mas si sus protagonistas eran unos campanilleros que pretendian hacer llegar a los hogares de todo el pueblo algo de calor en forma de villancicos.
La ocasión ha sido extraordinariamente especial, cuando se cumplen 20 años de formación de la que fue nueva hornada de campanilleros (sin duda, recogiendo la herencia que aquellos viejos campanilleros nos dejaron) y que en una noche mágica nos hemos unido a los valientes y abnegados campanilleros actuales (más en estos tiempos) fundiendonos en todos uno para conmemorar esta efeméride. Y para redondear todo, con una gran expectación creada, fueron l@s niñ@s (nuestros hij@s, los de nuestros amigos) los que, ataviados de pastorcitos y campanilleros, aderezaron esta emotiva noche.
Seguro todos estábamos emocionados por los recuerdos, por los niñ@s, por la gente y por una tradición que jamás puede perderse y debe representar un extraordinario valor de un pueblo como Huevar del Aljarafe. Resultó algo inolvidable.
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