Es indudable que para competir en una carrera de vallas has de ser un atleta con años de preparación en los que juegan un papel fundamental aspectos primordiales como una gran técnica de salto así como extraordinaria coordinación y ejecución para saltar las 10 vallas en 110 m.
Haciendo un símil con el fútbol, las 10 vallas representarían cada uno de los 10 meses que suele durar una temporada competitiva. En ese caso, es tambien extraordinariamente necesario contar con un proyecto estructurado de preparación para la competición. Incluso así, pueden suscitarse hasta 110 problemas a resolver o desviaciones de lo proyectado. Siendo cada valla un mes competitivo o mesociclo, pueden concurrir circunstancias tan variopintas como que te confíes en que lo has hecho bien durante un periodo (buen salto de valla) y creas erróneamente que eso te dé licencia o garantía alguna para tener éxito en la siguiente valla sin haber seguido preparándote insistentemente. O al contrario, que hierres en una valla y la caigas (se te den mal varios partidos) y no se tenga la capacidad de apelar a lo proyectado con el objeto de tener motivos suficientes para encarar la búsqueda del éxito en las siguientes vallas.
Estos días ando contento por el mero hecho de ver a mis futbolistas felices. Y lo son por encadenar 3 victorias consecutivas en una competición tan exigente como la nuestra donde la dificultad se manifiesta continuamente.
Somos conscientes que hemos saltado una valla satisfactoriamente pero en el horizonte están esperando otras muchas que medirán si hacemos lo correcto en cuanto a la técnica de salto y ejecución o caemos en la trampa de recordar el éxito momentáneo de haber superado la anterior.
Este último partido en el que hemos vencido 1-0 al siempre correoso y aguerrido Camino Viejo, lo hemos hecho nuevamente por imponerse nuestro sistema defensivo y nuestro acierto en la ejecución de las jugadas de estrategia en un partido en el que nuestra fluidez en ataque no ha sido la que esperábamos. Solo un par de zarpazos, una buena organización y sacrificio colectivos han determinado un resultado final muy efectivo para nosotros aunque quedamos un poco en deuda con nuestra nutrida afición con la promesa de que en próximos partidos intentaremos que nuestro juego sea más divertido y vistoso. Mientras tanto seguiremos afanándonos en mejorar cada detalle en los próximos "saltos de vallas" que tengamos para seguir ganando y ofreciendo un juego más brillante.
Este último partido en el que hemos vencido 1-0 al siempre correoso y aguerrido Camino Viejo, lo hemos hecho nuevamente por imponerse nuestro sistema defensivo y nuestro acierto en la ejecución de las jugadas de estrategia en un partido en el que nuestra fluidez en ataque no ha sido la que esperábamos. Solo un par de zarpazos, una buena organización y sacrificio colectivos han determinado un resultado final muy efectivo para nosotros aunque quedamos un poco en deuda con nuestra nutrida afición con la promesa de que en próximos partidos intentaremos que nuestro juego sea más divertido y vistoso. Mientras tanto seguiremos afanándonos en mejorar cada detalle en los próximos "saltos de vallas" que tengamos para seguir ganando y ofreciendo un juego más brillante.
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