Para cualquier aficionado al fútbol en general y en particular para aquellos, como en mi caso, somos estudiosos continuos de este deporte llegar a casa tarde después de una dura jornada de trabajo y entrenamientos de pre-temporada y encontrarte con el titular periodístico de que Xabi Alonso deja la Selección y se marcha del Madrid. la primera reacción es ¿cómo?.
Lo primero que he hecho ha sido ir a buscar unos pequeños obsequios que a final de cada temporada les hago a los jugadores de los equipos a los que entreno en señal de agradecimiento tras un periodo competitivo de esfuerzos y dedicación para recordar los mensajes que figuran en ellos. Siempre suelo dejar alguna frase que les haga pensar y a mi me satisfaga haberla pronunciado; y ésta, en mí, lo hace plenamente, "El fútbol necesita entenderse para saber jugarlo". Xabi Alonso sabe jugar al fútbol porque lo entiende.
Cuántos grandísimos jugadores pasarán a la historia como grandes ejecutores de las acciones futbolísticas, en la actualidad los claros ejemplos de Cristiano y Messi, pero que lo hagan como grandes entendedores del juego, serán muy pocos.
Si esta partida al final se confirma, como parece ser, no deja de venírseme a la cabeza que se marcha, sobre todo, un gran ENTENDEDOR del juego, un CATEDRÁTICO de su interpretación y ejecución así como el ALMA de la Selección y el Madrid en cuanto en cuanto al funcionamiento interno de estos equipos.
Tengo que reconocer que jugadores como Xabi Alonso, Xavi o Guardiola en su día, son mi debilidad y lo son simplemente por entender a la perfección este juego, por saber qué va a pasar y anticiparse en pensamiento a lo que va a ocurrir en cada acción. Sin duda alguna, por eso serán grandísimos entrenadores.
Después de 114 partidos con la Roja y más de 200 con el Madrid, con Xabi se va un jugador con un repertorio de golpeo para enseñar continuamente en clases de técnica individual. Habilita su cuerpo perfectamente para el golpeo y utiliza como nadie esa palanca de ambas piernas para enviar el balón dulcemente a 50 m. Tácticamente es un portento, sobre todo en la ocupación de espacios en defensa nunca vi nadie como él. En ataque era responsable de la salida clara del balón (El Madrid pierde un enorme baluarte futbolístico en todos los aspectos. Con la también marcha de Di María, el contraataque blanco queda alicortado además de quedar muy debilitado con la pérdida de 2 jugadores de muchísimo peso en la maquinaria madridista).
Habré disfrutado como nadie sólo verle moverse por el campo. Siento muchísimo que ésto ocurra y nos quedemos sin este genial jugador pero en el fútbol hay oportunidades únicas y parece ser que es irrechazable para él. Queda con ello demostrado que, para TODOS (clubes, entrenadores y futbolistas) ni los contratos ni las cláusulas sirven para nada. Se ha convertido en ley del fútbol.
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