Por mucho que se ha querido esperar hasta última hora para tomar la decisión, no es posible. Este año la familia Ortiz y la familia Fidalgo no iremos a la Romería. Hechos límite conocidos por todos harán que inexorablemente tengamos que ausentarnos de una cita tan esperada para dos familias sangristas cien por cien así como para que su remolque no camine hasta nuestra Tierra Santa particular este año.
La pena nos ahoga por ello pero también la esperanza de que el año que viene todo vuelva a ser como siempre ha sido.
Habrán sido 32 años, sin faltar uno solo, siendo un número más entre los treinta y tantos que cada año ha conformado esa hilera sangrista.
Este año todo será distinto. No sé cómo soportaremos tener ese cosquilleo en el estómago y no soltarlo una vez que lleguemos a la Romería, tampoco sé qué pensamientos pasarán por nuestras mentes cuando todo el mundo se marche y nosotros nos quedemos, como tampoco logro alcanzar saber cómo será la magnitud de la puñalada que nos cruzará cuando en la vuelta de la Romería nuestro remolque no pase ante las plantas de la Virgen de la Sangre ni De Caramelo levante el vello a todo el allí presente con la emoción de su rezo hecho cante. Hubiera constituido su 15º año ininterrumpido cantando en ese momento emblemático para los sentimientos....pero, no es posible, no podremos estar. No sé dónde nos vamos a meter.
Nos quedaremos pues rezando para que el año que próximo todo sea como antes y la salud sea la suficiente como para no faltar. Entretanto, es nuestro deseo para todos nuestros familiares cercanos que acudan así como amigos y resto del pueblo que esta Romería 2013 vuelva a ser inolvidable y vuelvan a llenar un baúl de momentos únicos.
¡Viva la Virgen de la Sangre que nos acompaña en nuestros momentos más difíciles y salud para tod@s!
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