Cuántas horas del día y cuantos días copan nuestra actualidad y casi todo de lo que hablamos personajes de la tele a los que incluso idolatramos y qué poco tiempo dedicamos para esas personas anónimas muchísimo más importantes para nuestras vidas porque nos las da o nos la salva. Pocas veces reciben más reconocimiento que la alegría en forma de abrazo o de agradecimiento del paciente y familiares que ha iluminado y aliviado con el trabajo de sus manos. Es@s sí que son héroes de la vida y a l@s que hay que estar eternamente agradecidos.
En mi nombre y en el de toda mi familia, enviamos el reconocimiento más distinguido y el agradecimiento vitalicio para una persona hasta hoy anónima para nosotros y que jamás lo será para nuestras vidas. La cirujana Mª Ángeles Fernández Venegas y todo su equipo son los heroes de nuestra vida. Unos profesionales como la copa de un pino que han obrado el milagro de sacar un maldito alojado en el cuerpo de mi madre. Esta chica de treita y pocos años, con una gentileza y amabilidad dignas de todo elogio, además de su consabido don para la cirujía no constituye más que la confirmación de que en el Virgen del Rocío de Sevilla tenemos la suerte de contar con los mejores profesionales de toda España.
Muchas gracias a ellos y muchísimas gracias a nuestra familia, nuestros amigos y toda la gente de nuestro pueblo que, recorrido de norte a sur y de oeste a este, ha rezado, se ha interesado por mi madre y ha estado a nuestro lado para que todo tuviera, a pesar de la situación límite en la que nos encontrábamos, un final feliz, como también a todas las Imágenes a las que con tanta fe y devoción nos encomendamos para que su luz divina guiaran las manos de estos grandes profesionales. De corazón, gracias.
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