Es para mi un gran orgullo y constituirá con el tiempo un grato recuerdo esta foto en la que aparezco junto al ilustre de los banquillos Manolo Cardo. Mi admiración data de su época de entrenador en el primer equipo del Sevilla F.C., posteriormente lo he tratado más de cerca cuando él entrenaba a los veteranos del Sevilla F.C. y un servidor al femenino. Los miércoles compartíamos campo, jugábamos nuestros partidos de entrenamiento. Además de ello, se dio la paradoja de que su hijo vino a jugar, hace ahora 2 temporadas, a nuestro equipo de veteranos y hoy día se ha convertido en un gran amigo para todos quienes formamos parte de este grupo.
Cada vez que puede, este buen hombre y gran conocedor del fútbol, nos visita y nos llena de alegría con su presencia, no reparando en aprovechar para darnos sus consejos e indicaciones. Y aunque para todos no dejen de ser eso, pequeños consejos futbolísticos, yo me lo tomo como un aprendizaje de toda su sabiduría y experiencia. Supone pues, para mi, dogma de fe todo lo que él dice y lo anoto al pie de la letra, no en vano es un ilustre de los banquillos y no todos los días tiene uno una mejor oportunidad de enseñanza. Gracias maestro.
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