Nadie del mundo futbolístico es ajeno a los dimes y diretes sobre lo que acontece, o lo que se imaginan que acontece, en unos cuantos metros de algo que llaman vestuario, para más inri, del Real Madrid. Hasta el Presidente ha tenido que salir en rueda de prensa para desmentir una de las 1000, diarias y distintas, informaciones que aparecen sobre lo que se cuece entre este grupo de futbolistas y la relación con su entrenador. Posteriormente y acto seguido a esta rueda de prensa del máximo dirigente madridista, sus capitanes, Iker Casillas y Sergio Ramos, también en comunicado oficial, salen a manifestar que todo lo aparecido es mentira y que el vestuario es una piña con su entrenador.
Y para rizar el rizo, ahora nos hemos encontrado con que la compañera sentimental y periodista, Sara Carbonero, ha manifestado que "existe malestar entre la plantilla y el entrenador", y en este sentido me manifiesto:
Sin dudar de la profesionalidad o independencia informativa que deba que ostentar esta señorita, ¿se da cuenta el daño que le hace a la Institución y a su novio (el capitán del Real Madrid) con estas declaraciones?. Lo que se habla o cueza en un vestuario es SAGRADO. El contenido de cuanto ocurra no debe salir de ahí bajo ningún concepto y en cualquier equipo existe un código deontológico entre todos sus integrantes para que se blinde todo lo que ahí acontece. ¿En qué lugar deja a Casillas respecto a sus propios compañeros y a su club?. ¿No te das cuenta Sarita que has utilizado información privilegiada y top secret, más desmintiendo el contenido de lo expresado públicamente por Casillas?.
No conozco ningún grupo humano que no haya tenido diferencias momentáneas, puntuales, incluso duraderas en el tiempo y que no sean susceptibles de arreglo, mucho más en un equipo de fútbol en el que conviven 25 jugadores, cada uno de su padre y de su madre y más con la particularidad que tiene la realidad futbolística de cada uno de ellos en una entidad como pueda ser el Real Madrid, con un cuerpo técnico y éste deba dirigir los designios de esta nave durante casi 11 meses en el año (ojo, sin disculpar un ápice las supuestas fechorías internas de Mourinho, siempre propenso a las polémicas).
Es muy grave en lo que ha incurrido la Carbonero por buscar un titular. Casillas tiene un problemón con ello y deberá responder ante un vestuario.
Yo, como entrenador estaría muy triste, desencantado y decepcionado con un jugador mío si éste va por ahí contando lo que ocurre dentro. En el fútbol hay, pocas pero las hay, cosas que no pueden evolucionar con el tiempo y una de ellas es el blindaje del espacio entre cuatro paredes llamado vestuario.
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