PIANO, PIANO

No sé de cuántos sitios estamos recibiendo estos días todo tipo de elogios por parte de muchos de los agentes del fútbol. Entrenadores, periodistas así como todo tipo de viandantes muestran su admiración por todo lo que rodea a la Roja; se suceden anuncios televisivos en los que son protagonistas nuestros futbolistas, estrevistas; reciben agasajos allá por donde van y poco menos que nos da ya, no sólo como favoritos, sino como claro ganador...todo ello mientras estamos inmersos en un mini-stage de preparación para una cita tan importante como una Eurocopa. 

A todo ello digo yo PIANO, PIANO. Piano, piano porque en el mejor de los casos habríamos de jugar 6 partidos después de una larguísima temporada. Piano, piano porque nuestro equipo se ha asentado en una época de victorias continuas, pudiendo llegar a ser un tanto perjudicial. Piano, piano porque cada vez nuestro juego es más estudiado y mejor contrarrestado por todos los rivales. Piano, piano porque a nadie se le olvide que para ganar los partidos en este tipo de competiciones has de estar al 100% de tus posibilidades, porque si no, no ganas, eso es seguro. Piano, piano porque no conviene endiosar tanto a nuestros futbolistas (ni, por supuesto, a ninguno otro. Para mí es inadmisible, y lo dice alguien de fútbol, cómo la gente, en un nivel de ausencia total de cordura en algunos casos, toma como dioses a unos chicos que suelen jugar bien con el balón, siendo eso, sólo buenos futbolistas. Incluso de algunos de ellos recelo de su nivel, al menos del que suele atribuírseles). Y piano, piano es el que ha de decretar, desde mi punto de vista, YA, Vicente Del Bosque, saliendo al paso de tanta euforia externa. Así, por descontado, a su vestuario debe bajar los posibles humos, si los hubiere, para poderles sacar rendimiento en una competición tan difícil como va a ser la Eurocopa y donde nos encontraremos a rivales que están tan capacitados como nosotros para levantar el trofeo. Alemania, por supuesto, Holanda, Francia y alguna sorpresa que habrá, están sobradamente capacitados para igualmente ganar. Así que PIANO, PIANO.