Esta jornada, penúltima del Campeonato de Liga, ha tenido una despedida. Federick Kanouté se despide del Sevilla F.C. Se trata de un jugador con mayúsculas; un capitán de los pies a la cabeza y un mito para el sevillismo. Ha contribuido sobremanera a los éxitos transformados en títulos de los últimos años por parte de la entidad de Nervión y todo lo bueno que se pueda decir como futbolista y como persona de este jugador os aseguro que es poco.
Yo he tenido la inmensa suerte de compartir con él alguna que otra charla cuando, alguna que otra vez estaba lesionado y hacía sesión de recuperación. Compartía con mi ,entonces, equipo femenino, gimnasio o una parte del campo de entrenamiento. He visto cómo ha recriminado en esta sesión a algún compañero determinadas actitudes y cómo ha corregido algunos procederes de los más jóvenes. En el club ha sido toda una institución, eso se notaba a leguas y el legado que ha dejado sobre el campo así lo acredita.
Futbolísticamente, siempre ha marcado las diferencias. Es un futbolista que pierde muy pocos balones. Un delantero dotado en el dominio del juego aéreo y el uso de su cuerpo para beneficiarse él mismo de sus acciones como así a sus compañeros que se incorporan desde segunda línea. Maestro en las lides de llevar a su equipo en volandas y a sus espaldas en la búsqueda de la victoria y caballero en el arte de la guerra.
Hasta siempre Kanouté y seguro que tu estela servirá para que todos los niñ@s que se inician en el deporte tengan el referente de lo que fuiste aquí.
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