Hay entrenadores y entrenadores. Gente que está ahí por vocación y otros que, aún a estas alturas, se da golpes de pecho presumiendo de "sargento" y vanagloriándose de dónde ha entrenado (todavía estos perfiles siguen inundando el mundo de los banquillos).
Recuerdo la importancia que tenía no hace muchos años la figura del mediocentro. Eran años de mis primeros pinitos a la hora de comprender todo lo que rodeaba a este deporte. Por aquellos entonces ya me fijaba en Sócrates, de aquella Selección brasileña que deslumbró en el 82 en España, Schuster en el Barça y luego en el Madrid, Jánkovic (yugoslavo del Madrid), Redondo (Tenerife y Real Madrid), hasta que con la llegada de Cruyff al Barça, irrumpieron los medioscentro en el Barça. Primero fue Milla, después Guardiola y actualmente Xavi. Veía a Guardiola y además de impresionarme lo que a todo el mundo, ésto es, cómo manejaba al equipo, cómo le correjía, como oxigenaba el juego con un sólo toque.....pero lo que más me llamaba la atención es cómo entendía el juego. Y eso es lo que le ha llevado hasta todo lo que ha conseguido. Es un ordenador pensante de cómo es el juego del fútbol ideal por lo que, seguro, pasará a la historia por haber dirigido a la más poderosa máquina que se haya inventado jamás para acercarse a la perfección en este deporte.
Además de todo ello, en su club, el Barça, era toda una institución, era el alma y, hasta algunos hablaban de que tenía mando de presidente. A su entendimiento de este juego le ha unido un amplio carisma entre toda la plantilla consiguiendo así ser el líder espiritual de la misma.
Yo me fijo mucho en todos los detalles que me puedan aportar en mi aprendizaje como entrenador de fútbol y está claro que Guardiola ha sentado cátedra en cuanto a muchos aspectos de los que voy a tomar nota. Los escépticos o quizás los más prudentes podrán decir que falta verle cómo se desenvuelve en otras grandes ligas y pueden llegar a tener algo de razón, pero también es cierto que hay muchos entrenadores que han pisado las mejores ligas y poco o nada han aportado de nuevo al fútbol.
El desgaste que ha sufrido y que sufre todo entrenador que dirige una nave de ese calibre es bestial y ello es lo que le ha llevado a dejarla cuando más gloria tocaba (13 títulos en 4 años). Igualmente, por su liderazgo interno parapetado externamente consiguió que el periodismo no sólo le respetara en demasía sino que le ayudara suavizándole cualquier intervención pública.
En suma, la liga española y por ende, los aficionados al fútbol en general, perdemos a un gran embajador del mismo y alguien de quien habremos bebido todo su manantial futbolístico. Nunca olvidaré sus planteamientos transgresores de posesión abrumadora, su presión por todo el campo, su valentía para aglutinar tanta gente por delante del balón o cómo para salvar el pressing adelantado del rival mandaba a sus dos centrales, situados fuera de su área de penati, justo al lado de su línea de fondo, a que pidieran el balón de su portero para tener así espacio, jugar el balón desde atrás y que tuvieran una visión de todo el campo.
Los que nos gusta el fútbol moderno y alejado del inmovilismo estaremos apenados por no seguir llenando nuestro libro de apuntes. Espero que sea un hasta luego, Guardiola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario