Como todos saben, no habrá final española en la Champions, ni siquiera ninguno de ellos estará en la gran cita de Munich. De nuevo, el día de hoy deparará opiniones de "gente normal" y analistas serios que buscarán las causas del porqué ha sucedido y, por supuesto, también aflorarán gran parte de los mediocres, oportunistas y fanáticos que tenemos en este país para hacer alzar su voz (aprovechan que han inventado las redes sociales porque si no, no le prestarían atención ni en su casa) sin más argumento que el improperio y la mofa para alegrarse de los males ajenos, primordialmente porque de nada propio tienen de qué alegrarse. Ciñéndome al análisis futbolístico que es lo que me interesa, estoy algo decepcionado con los partidos que han disputado el Barça y Real Madrid por no haber demostrado ser merecedores de ocupar un puesto en una final tan ansiada, y argumento esta apreciación.
Aunque lo tuviera difícil de la ida, el Barça tiene argumentos más que sobrados para poder vencer a un equipo netamente inferior como el Chelsea, y más habiéndose colocado con 2-0 en los primeros minutos. Nuevamente les falló el control de los tiempos de partido provocando que los ingleses marcaran el dañino 2-1. Pero lo que me hace tambalear un poco los cimientos de lo que creo es una filosofía que ha llevado a tantos triunfos como la del Barça es que no pudieran hincar el diente a una defensa de 9 futbolistas encerrados en su área durante casi 60 minutos. Sé que no es fácil y cuando menos inusual encontrarse en este tipo de situaciones, pero un equipo como el Barça ha de tener armas para encontrar espacios adecuados y hacer peligro de gol en la portería rival. Así, desde mi punto de vista, el Barça no debía haberse acomodado en la posesión del balón apelando a la paciencia como única arma desgastante. Hubieron muchos jugadores por delante del balón en corto espacio de terreno que no sólo no creaban espacios sino su escasa movilidad provocaba la ausencia de los mismos. Todo ello, unido a la también escasa velocidad en la circulación del balón que imprimieron los azulgranas hacían que los ingleses cada vez estuvieran más cómodos en su rol de únicamente defensores hasta que esta estrategia les ha llevado a la final. Creo que en 60 minutos, habría que haber tenido un plan alternativo y habría de haberse intentado por otros caminos que no fuera todo lo previsible que estaba aconteciendo.
El R.Madrid también ha perdido una oportunidad histórica de jugar, 10 años más tarde, una final de Champions. En dos partidos no ha demostrado ser mejor que el Bayern; los jugadores del Madrid estaban fundidos; todo lo que hacían era cegados por el corazón y por empuje de la afición pero poco fútbol ha podido desplegar. Un equipo como el Madrid, más habiéndose colocado también con un 2-0, ha de controlar más un partido y no conceder al Bayern tanto espacio de terreno y tanta posesión que le hacía ser aún más peligroso.
El Bayern basa su potencial en las individualidades de Ribery y Robben como dos cuchillos afilados por la banda que hacen culminar sus internadas en balones servidos al imponente Mario Gómez así como secundados por la entrada desde segunda linea de jugadores como Schwesteiger o Kroos. El Madrid les tendió una alfombra a los alemanes en su juego martilleante. No había respuesta en forma de sosiego, control del juego ni ataque que no fuera vertiginoso en claras alusiones al juego individual (sobre todo Di María), algo que haría daño a la larga a lo que debiera ser un juego compacto con muchos efectivos por parte de los madridistas. Curiosamente, el decorado cambió en la prórroga donde los ataques fueron más selectivos y con más efectivos, el Madrid fue superior en todos los aspectos del juego pero no lo materializó en forma de goles y asedio a la portería alemana. En los penaltis fue mejor el Bayern (no es una lotería ni es suerte, no existen en el fútbol, son aciertos o fallos) dejando las ilusiones españolas muy tocadas.
En conclusión, llegando a estos niveles competitivos, creo que, 1-tanto Madrid como Barça, habrían de haber preparado algo mejor todo lo que ocurriría, sacando más rendimiento de su potencial y concediendo menos margen a sus oponentes; 2-estos dos colosos españoles se han hecho un flaco favor a sí mismos, como embajadores del fútbol español, con el desgaste que se han producido en su enfrentamiento del pasado sábado; 3-en la alta competición se gana, se pierde, se acierta y se falla y sólo quien sabe gestionar lo que ocurre inmediatamente a estos 4 aspectos estará preparado para lo que viene después, dejando a un lado sentimentalismos y sentimientos de culpa, ésto es, vienen otras jugadas en el mismo partido, otros partidos y otras competiciones. Por ello, en el deporte en general y el fútbol en particular, como un juego que es, nunca debe poder más el corazón que la cabeza. Al Barça y al Madrid les pudo y por eso no estarán en Munich.
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