Hace varios días leí en la prensa que en una conferencia en la Universidad de Almería, Jorge Valdano alertó del riesgo que suponía, a tenor del comportamiento actual y los procedimientos utilizados por la prensa (medios de comunicación), se estaba "belenestebanizando" el fútbol.
Hace muchos años que leo la prensa, dedico alguna que otra hora al día a escuchar la radio así como también suelo estar informado, como mucha otra gente, a través de redes sociales, portales y demás "tertulias futbolísticas" de algunos medios. Siendo así no tengo más que estar de acuerdo con esta afirmación de Valdano. Tanto que he sido crítico del contenido de los programas rosa de la televisión y parece ser que a día de hoy se puede afirmar que ha llegado también al fútbol. Se valora mucho más y se está más al tanto de dónde ha ido el futbolista, con quién le han visto o qué ha dicho entre dientes más que incidir en el análisis del juego que realizan. No sé cuántas cámaras instalan en cada campo de fútbol para saber si "tal ha mirado a cuál". Y todo ello para posteriormente montar un programa con lo que ha dicho fulanito o la mirada que ha dirigido menganito.
Ya alguna vez que otra me he manifestado en este sentido, he criticado que algunos periodistas hagan de entrenadores y viceversa, obviando muchos de ellos, contenidos puramente futbolísticos para hacer prevalecer otros de carácter sesgado y ventajista. Hay una ausencia alarmante de objetividad y rigor, suplidos con un también alarmante forofismo que, sin pudor alguno, lo ponen de manifiesto en cada intervención. Lo peor de todo es que estas opiniones de los "expertos futbolísticos", teclado y pluma en mano o alcachofa cercana, tienen una correlación directa con la manipulación que genera el pensamiento del pueblo llano, como esponja que es de todo lo que "le dicen desde los medios". Muy bien amueblado han de estar los cerebros para no dejarse capturar por algunas corrientes tremendistas y vanangloriadoras a la vez, muchas de ellas queriendo insultar nuestra inteligencia. Yo veo, leo y escucho a todo el mundo pero mi opinión es mía y nadie influye en ella.
La prensa (medios de comunicación) tienen mucha fuerza en este país y así debe ser, porque será síntoma de diversidad de pareceres y criterios, pero debemos ser inteligentes para no dejarnos llevar adonde giran sus sesgadas opiniones. Si no es así, los estereotipos seguirán siendo analizados desde la opinión preconcebida, ésto es, hagan lo que hagan, los buenos seguirán siendo los buenos y los malos más malos. Entretanto, este sesgo informativo provocará más radicalización que se trasladará a los campos de fútbol, a la grada y al pensamiento de una sociedad cada vez más influenciable.
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