No sólo él está molesto con todo lo que está aconteciendo sino los aficionados al deporte en este país también estamos dolidos. Lógico es que cualquier equipo, incluidos los míticos Lakers acudan al mercadeo de jugadores de la NBA con la legítima potestad de mejorar su plantilla o negociar con quien le plazca. Lo que nunca nos podíamos imaginar ni aceptar es que estén tratando a uno de los emblemas de nuestro deporte como a un cualquiera. Conviene recordar que ha sido pieza fundamental en los dos anillos conseguidos por los angelinos con una contribución que, para nada, se ha movido un ápice hasta el día de hoy, en cuanto a minutos disputados y en dígitos conseguidos.
Al comienzo de esta temporada se rumoreó que querían traspasarlo y a la hora ésta todavía continúan deshojando la margarita, jugando con su imagen y prestigio. No haría falta recordar a los dirigentes de los Lakers que se marcharía uno de los mejores pivots de la NBA porque de sobra lo saben y seguro su sustituto no le hará ni sombra, pero es una pena que el trato que está recibiendo Pau sea indigno respecto a todo lo que le ha dado a este club, allá ellos. No sé si lo traspasarán más pronto que tarde o esperarán a final de temporada porque no encuentran lo que buscan pero con la actitud que han tenido ya le han hecho mucho daño a este genial baloncestista. Para nosotros seguirá siendo el mejor de nuestro baloncesto en todos los tiempos y ojalá, vaya a donde vaya, siga siendo lo que es, uno de los mejores del mundo jugando a esto de la canasta y nosotros sí que le valoramos. Ánimo Pau.
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