martes, 6 de septiembre de 2011

EL MANUSCRITO VOYNICH, EL LIBRO MÁS MISTERIOSO Y TODAVÍA INDESCIFRABLE

¿Qué es el Manuscrito Voynich? En realidad se trata de un libro del siglo XV redescubierto por Wilfred Voynich (del que toma el nombre) en 1912 en el colegio jesuita de Villa Mondragone en una localidad cercana a Roma. El manuscrito es un libro prolijamente encuadernado, escrito con pluma sobre pergamino de ternera. Sus actuales 102 folios, de 23×16 cm, están plagados de ilustraciones de plantas desconocidas y otros dibujos. Aunque lo atractivo del mismo es la lengua en la que está escrito: ¡desconocida! Ni los más eminentes lingüistas ni los más potentes ordenadores han conseguido descifrar ese texto de caracteres romanos minúsculos en cursiva. Actualmente se encuentra en la Biblioteca Beinecke de Libros Raros y Manuscritos de la Universidad de Yale (USA), y sigue desafiando los conocimientos de los expertos.


Intrigada, Sherwood, eminente investigadora norteamericana, halló que uno de los mapas astrológicos del manuscrito contenía el símbolo de Aries junto a 15 ninfas desnudas con dibujos de estrellas. Su interpretación es que se trata de la carta natal de alguien que nació al atardecer (por las estrellas) del 15 (quince mujeres) de abril (Aries el Carnero). Según la estudiosa, la palabra escrita bajo el signo del Carnero aparenta ser ob…..l, pero que si se la invierte especularmente muy bien puede representar la palabra Lionardo, que es como Da Vinci escribía su propio nombre de pila.
Sherwood compara este grafismo con la firma especular de Leonardo presente en otros manuscritos bien conocidos, y, aunque debe reconocerse el parecido, sería necesaria una pericia caligráfica para establecer la autoría del toscano. Hay también una similitud entre el dibujo del carnero en sí y un ciervo o corza de la pluma de Leonardo que se ve en otro manuscrito.
Al abuelo de Da Vinci da noticia del nacimiento del niño de su propia mano, en una nota fechada en 1452: “Nació un nieto mío, hijo de mi hijo Ser Piero, a las tres de la noche del sábado 15 de abril”. La hora tercera de la Edad Media corresponde, poco más o menos, a las diez o diez y media de la noche. Sherwood ha querido ver la fecha 1452 junto a una de las cisternas donde se ve a una mujer con un bebé (¿un jacuzzi para facilitar el parto como los que se utilizan hoy?) y las palabras sabatto notto (¿sábado por la noche?) en la carta natal.

El innegable atractivo de la teoría se ve oscurecido por la dificultad de probarla, ya que Sherwood afirma que el manuscrito consiste en una obra infantil de Leonardo (…). Aunque la hipótesis tiene algunos seguidores, los investigadores modernos no se inclinan por ella en la actualidad […]


El Manuscrito Voynich se trata de una composición genial para volver locos a los alquimistas, astrólogos, lingüistas, etc., lo cual requiere la mano de un genio. Y por la época en que fue escrito, Leonardo era el mejor científico y que, necesitando tranquilidad para seguir perfeccionando sus “máquinas” (escopeta, aeroplano y otros), aprovechó su habilidad de escribir con la imagen en el espejo para crear una obra que entretuviera a los charlatanes, con plantas inexistentes, con astronomía ininterpretable y, sobre todo, con un lenguaje indescifrable.

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