Una cosa está clara: los refrescos y bebidas azucaradas no son la mejor opción a la hora de escoger un acompañamiento líquido para nuestras comidas. Si eres de las personas que gustan de este tipo de bebidas, quizá te cueste dejarlas. En tal caso, sólo procura reducir su consumo lo más posible hasta que puedas, finalmente, suprimirlas de tu dieta.
A continuación, vamos a exponer una serie de motivos por lo que debemos dejar o limitar el consumo de refrescos y otras bebidas azucaradas… ¡Presta atención!
• En primer lugar, debemos destacar que se tratan de bebidas adictivas.
• Debido a su alto contenido de azúcares simples aumentan el riesgo de sufrir caries y deterioro dental.
• Incrementan el riesgo de padecer osteoporosis, ya que poseen ácido fosfórico, una sustancia que impide la correcta absorción del calcio – mineral esencial para los huesos.
• Contienen oxalatos, lo que también propicia la aparición de cálculos renales.
• Si su consumo es demasiado frecuente, el alto nivel de azúcares que presentan, así como también su pH ácido, pueden afectar el sistema digestivo y aumentar las posibilidades de sufrir de gastritis y otros trastornos similares.
• Incrementan el riesgo de sufrir obesidad y diabetes tipo 2, justamente por el elevado contenido de azúcar.
• Las bebidas colas también pueden potenciar el insomnio o llevar a problemas para dormir, además de aumentar el nerviosismo, ya que contienen cafeína.
• No aportan nutrientes, sólo ofrecen las llamadas “calorías vacías”, es decir, gran cantidad de calorías y nada de nutrientes para el óptimo funcionamiento de nuestro organismo.
• Debido a su alto contenido de azúcares simples aumentan el riesgo de sufrir caries y deterioro dental.
• Incrementan el riesgo de padecer osteoporosis, ya que poseen ácido fosfórico, una sustancia que impide la correcta absorción del calcio – mineral esencial para los huesos.
• Contienen oxalatos, lo que también propicia la aparición de cálculos renales.
• Si su consumo es demasiado frecuente, el alto nivel de azúcares que presentan, así como también su pH ácido, pueden afectar el sistema digestivo y aumentar las posibilidades de sufrir de gastritis y otros trastornos similares.
• Incrementan el riesgo de sufrir obesidad y diabetes tipo 2, justamente por el elevado contenido de azúcar.
• Las bebidas colas también pueden potenciar el insomnio o llevar a problemas para dormir, además de aumentar el nerviosismo, ya que contienen cafeína.
• No aportan nutrientes, sólo ofrecen las llamadas “calorías vacías”, es decir, gran cantidad de calorías y nada de nutrientes para el óptimo funcionamiento de nuestro organismo.
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