LEONARDO DA VINCI, EL MAYOR TALENTO QUE HA DADO LA HUMANIDAD

«Todo nuestro conocimiento tiene su principio en los sentimientos». De este calado era la personalidad de nuestro protagonista de hoy, el sobresaliente Leonardo da Vinci. Considerado como el símbolo por antonomasia de todo un periodo histórico, su profundo amor por el conocimiento y la investigación fue la clave tanto de su faceta artística como científica. Es, posiblemente, la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás ha existido. Leonardo da Vinci fue un artista, pensador e investigador italiano que, por su insaciable curiosidad y su genio polifacético, representa el modelo más acertado del hombre del Renacimiento. Nació en la localidad italiana de Vinci (1452) y falleció un 2 de mayo de 1519 en la localidad francesa de Amboise a los 67 años de edad. Sus innovaciones en el campo de la pintura determinaron la evolución del arte italiano durante más de un siglo después de su muerte, sus investigaciones científicas (especialmente en las áreas de anatomía, óptica e hidráulica) anticiparon muchos de los avances de la ciencia moderna. Cultivó, además, la escritura, filosofía, poesía, escultura, arquitectura; mostró interés hacia la botánica y desarrolló dotes más que notables en el campo de la ingeniería… ¡todo un espíritu inquieto! En la obra pictórica de Leonardo da Vinci destacan los títulos de La Gioconda o Mona Lisa, La Anunciación, La Virgen de las Rocas, La Santa Cena, La Adoración de los Magos y su dibujo de El Hombre de Vitruvio. En el terreno de la ingeniería quedó demostrado su talento precursor, multitud de máquinas que no dio a conocer entre sus contemporáneos y que la técnica ha acabado por convertir en realidad siglos más tarde: submarino, salvavidas, paracaídas, una especie de helicóptero, unas alas inspiradas en las de las aves para hacer volar a un hombre, carro de combate, una cortadora de tornillos… Un creador en todas las ramas del arte, un descubridor en la mayoría de los campos de la ciencia, un innovador en el terreno tecnológico, Leonardo da Vinci merece por ello, quizá más que ningún otro, el título de gran maestro universal.