miércoles, 21 de enero de 2015

DIAGNÓSTICOS CLÍNICOS

A veces pienso que el gremio de los entrenadores de fútbol es el menos corporativista de cuantas profesiones existen.
Entiendo que es ley del fútbol que para que tengas trabajo han de echar a otro compañero. También entiendo que habemos muchos más entrenadores que equipos y, lógicamente, hay multitud de compañeros preparados para cuando "salte la liebre".
Desde pequeño, en casa, me educaron para ser respetuoso con todo el mundo y valorar el esfuerzo de tu oponente cuando te gana o te supera; argumento que intento refrendar desde que tengo la dicha de merodear por el mundo del fútbol. Este respeto del que hablo no lo es sólo tener un comportamiento educado con los jugadores propios y adversarios así como con los entrenadores rivales. Al fin y al cabo, cuando te retires de ésto nadie se acordará de cuántos partidos ganaste, ni cuántos goles marcó tu equipo (a todos nos dará tiempo de ganar y perder las suficientes veces como para acordarnos sólo nosotros así que conviene tener el pecho en su sitio y no enseñarlo más de lo debido) pero hay algo que quedará ligado imperturbable a tu trayectoria y no es otra cosa que QUIÉN fuiste.
Se ha de tener integridad y ser un caballero desde el banquillo tanto en épocas de bonanza como cuando haya que capear las mal dadas.
Al hilo de todo ello, me repatea que cuando un entrenador sustituye a otro se considere (y lo consideren) el Mesías o Salvador y al paso ningunear el trabajo anterior.
Y es que Abel Resino se hizo cargo del Granada C.F. el martes por la tarde en el que dirigió su primer entrenamiento y no se le ocurre otra cosa en la rueda de prensa posterior dar un "diagnóstico clínico", como si llevara toda la vida con ese equipo para saber qué le ocurre, infravalorando sin duda, el trabajo anterior de Caparrós, en los términos de "este equipo está bloqueado y no tiene autoestima", toma ya. 
En sólo una sesión ya ha emitido un juicio tan rotundo y generalizado para dejar a todos boquiabiertos.
Ojalá le vaya bien por el bien del fútbol andaluz pero, amigo Abel, se debe ser más cuidadoso y respetuoso.

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