miércoles, 26 de diciembre de 2012

FLORENTINO, TÚ TIENES LA ÚLTIMA PALABRA


Un gran error en el fútbol así como en la vida misma es, sin duda, no preparanos para las derrotas cuando nos va bien, ganamos y somos vitoreados, aclamados y reconocidos.
Cuando vivimos en épocas de euforia, hagas lo que hagas, todos son halagos y una corriente de "nuevos amigos" inundan cada paso que puedas dar. Incluso tus posibles equivocaciones quedan empequeñecidas por el sabor continuo de tus victorias. En las derrotas el panorama cambia, todo es negativo, pasas de heroe a villano en poco tiempo, los trapos sucios van saliendo como si de un reguero de agua se tratara y los golpes en la espalda se transforman en insultos y desprecio (que se lo pregunten a Llorente y Muniaín, dos de los mejores jugadores vascos, que la política les lleva a no ir ni siquiera convocados con la selección de su autornomía).
En definitiva, en estos momentos de victorias los hipotéticos fracasos o decepciones futuras se ven muy lejanas en el tiempo. Craso error. Al igual que en el transcurso de un partido de fútbol en el que estás atacando has de estar presto para cuando te roben el balón, hacer un buen repliegue para estar lo mejor posicionado posible para defender y robar nuevamente, en cuanto a las victorias y derrotas ocurre algo similar. Si mientras ganas no te preparas para cuando te toque ser derrotado y darle el mejor tratamiento y normalidad posibles, te encontrarás de sopetón con un conflicto que puede llevarse todo un proyecto por delante.
Me retrotraigo unos cuantos años atrás cuando Florentino Pérez contrata a Mourinho para dirigir al Madrid y romper la racha de victorias, títulos y reconocimientos a un Barça que bordaba el fútbol. Su propósito se ha cumplido, la temporada anterior el Madrid ha batido todos los records en una liga que merecidamente ganó así como dejó una estela de solidez de equipo. Pero, por el camino se han dejado sentir los efectos colaterales de tener a un tipo como Mourinho en su seno. De tal forma que ha revolucionado al club como institución llevándolo a su terreno y teniendo a su merced todo lo que caprichosamente creía que debía ser como él tenía en mente (ya no existe en el club la figura de Director Deportivo y es omnipotente en la parcela deportiva).
Mourinho se siente como pez en el agua en la polémica, de tal forma que tiene como profesiones entrenador y polemista, llevándose por delante algo muy importante que debe preservar el club más importante y laureado de todos los tiempos, su imagen.
Entrenador del Madrid no es cualquiera y entiéndanme el sentido que le quiero dar a la apreciación de que este equipo, por su idiosincrasia y por la plantilla de jugadores que siempre ostenta, necesita un "casi-Mourinho". Ésto es, un tipo que no se deje intimidar por los caprichos de unos futbolistas endiosados, ni, ojo, por nada que venga de fuera y que en esa ciudad suele tener mucho peso como es una prensa cuyos tentáculos pueden llegar a los lugares más recónditos de un lugar sagrado como ha de ser el vestuario(Guardiola entrenaba casi siempre a puerta cerrada incluso no concedía entrevistas).
En el conflicto de la suplencia de Casillas, jugador y entrenador sabrán qué ha pasado. Mourinho ha mostrado sus credenciales y no le ha dolido en prendas perjudicar al club, no ya deportivamente, sino con una inestabilidad y tensión siempre perjudiciales tirando una bomba a la linea de flotación del madridismo mientras las derrotas se suceden y la división interna se acrecienta.
Ahora bien, válgame Dios de justificar a Mourinho, pero Casillas ha estado toda la santa semana pasada en las redes sociales aludiendo al partido de la ilusión y ha olvidado que su equipo jugaba ante el Málaga. Cuidado con ésto, las redes sociales pueden llegar a ser, en algunos casos, un gran enemigo de un profesionalismo que ha de estar por encima de todo.
Aún así, una buena comunicación interna con la plantilla de trabajo, un diálogo fluido entre todos, partiendo, eso sí, de unas bases sólidas de funcionamiento harán que las derrotas no rompan unos cimientos que han de estar plenamente consolidados.
Mourinho es un gran entrenador, que de eso nadie dude y el que lo haga no tiene más que hacer un repaso de su trayectoria pero en el Madrid no encaja porque el Madrid es imagen y este entrenador no la cuida. La responsabilidad es de quien le ha traído y permite sus "atentados" a esta imagen para tapar su falta de respuestas deportivas; sí, tú, Florentino, eres quién ha de responder ante todos los madridistas si es ésto lo que quieres para el club.
A mi personalmente no me gusta el plan A que tiene el Madrid ni siquiera el plan B para cuando falle éste. En toda la época de Mourinho en el Madrid sólo me he divertido varios partidos, lo demás ha sido algo que no me llega. Como aficionado al fútbol, prefiero que mi equipo me llene antes que gane de cualquier forma, cuestión de gustos. 
Florentino Pérez, como presidente de la institución deportiva más importante del mundo, tiene la última palabra sobre todo ello. Si me dejara ayudarle, yo prefiero un Madrid limpio, estructurado y que enamore por el fútbol que hace a que su funcionamiento se someta al arbitrio de los caprichos del entrenador de turno. 

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