domingo, 20 de noviembre de 2011

CUANDO EL SILENCIO ES CÓMPLICE

De todos son conocidas las declaraciones de Yannick Noah acusando a todo deporte español con insinuaciones de dopaje. Muchos son los calificativos que se le podían aplicar a esta afirmación entre las que se incluyen irresponsable, envidiosa o malintencionada pero estos mismos calificativos son el sentir de algunos entes y organismos a los que les repatea y resulta ser superior a ellos ver una y otra vez a algunos de los nuestros en lo más alto de podium.

Noah fue un buen tenista en su época, icono del deporte francés porque era practicamente a lo único que se agarraban, hoy día tiene un hijo en la Selección Francesa de Baloncesto (o sea es deportista de élite) para más inri; y lo peor de todo es que con sus afirmaciones se siente portavoz del deporte francés, y por qué no decirlo, también ha sido su intención que este eco llegue al resto de Europa.

Extremadamente lamentable resulta que una vez más se ponga en tela de juicio nuestros éxitos minimizando todo el esfuerzo que lleva consigo los mismos, intentando sembrar entre la opinión pública un halo de sospecha hacia nuestro deporte y los logros conseguidos. Mientras se retuercen de dolor por lo que supone un éxito tras otro de todos nuestros deportistas y nuestros equipos (algunos de ellos en sus narices), su extrema torpeza se manifiesta no sólo en no imitar nuestros procedimientos ni nuestro trabajo sino también al carecer de fuerza moral y de materia prima en forma de talento; su única pataleta es hacer una denuncia escandalosa y ridícula. A día de hoy, sólo un deportista francés avergonzado, el tenista Llodra, y hasta el ministro francés de deportes han salido al paso de estas manifestaciones y se han atrevido a pedir perdón a nuestro deporte (gesto que les honra), el resto de autoridades deportivas (todas las que imaginamos incluída parte de su prensa, siempre acusadora a todo lo español) permancen en un clarificador y delatante mutismo. José L. Sáez, presidente de la FEB, ha sido tajante y ha presentado una querella por injurias sobre Noah, siendo nuevamente ejemplo de contundencia ante lo que debe ser tomado como inconcebible. Hasta donde puede llegar un servidor con esta publicación de mi opinión sobre el tema, me manifiesto declarando un rotundo NO a tanta envidia y manipulación hacia nuestros éxitos deportivos en lo que estás suponiendo para nosotros la época dorada del deporte español y de lo que de tal orgullo nadie nos podrá robar.

No hay comentarios: