MIGUEL DE CERVANTES, CABALLERO LITERARIO

Miguel de Cervantes Saavedra fue un dramaturgo, poeta y novelista español, considerado como el más grande escritor español de todos los tiempos, y uno de los mejores escritores universales. Su fecha de nacimiento no está del todo clara, aunque la mayoría de especialistas la sitúan el 29 de septiembre de 1547 en Madrid, mientras que la fecha de su fallecimiento la ubican el 23 de abril de 1616. Es universalmente conocido sobre todo por ser el autor de Don Quijote de la Mancha, por muchos críticos señalada como la primera novela moderna y una de las mejores obras de la literatura. Pasó su adolescencia en varias ciudades españolas (Madrid, Sevilla), recorrió Italia, y hacia 1571 se enroló en la Armada española, llegando a participar en la conocida Batalla de Lepanto. En dicha batalla perdió el movimiento del brazo izquierdo, por lo que fue llamado el Manco de Lepanto. Cervantes cultivó los géneros narrativos de la poesía, teatro y novela. Relativos a la poesía podemos destacar las obras Canto de Calíope (incluido en La Galatea) y Viaje del Parnaso (1614). Y referentes al teatro podemos mencionar: las Ocho comedias y ocho entremeses nuevos (1615), El gallardo español, o Los tratos de Argel. Fue gracias al género de la novela donde Miguel de Cervantes consiguió sus mayores éxitos. En este apartado destacamos las Novelas Ejemplares (1590-1612), una serie de novelas cortas que incluye títulos como La Gitanilla, Rinconete y Cortadillo, El amante liberal, entre otros. Y llegamos a su novela más importante, Don Quijote de la Mancha. Es la novela cumbre de la literatura en lengua española. Su primera parte apareció en 1605 (la segunda en 1615) y obtuvo una gran acogida pública; es una de las obras con más traducciones del mundo. Representa la primera obra literaria que se puede clasificar como novela moderna. La intención del autor cuando se inició a escribirla era desmitificar la tradición literaria de las caballerías, satirizándolos con la historia de un hidalgo manchego que perdió la cordura por leerlos, creyéndose caballero andante.