Dos temas fundamentales como son el fútbol y la mujer son protagonistas. La primera selección de fútbol femenina en Afganistán ya está puesta en marcha desde la caída del régimen talibán. Al margen de que nos pille un poco lejos, es un hecho a resaltar, algo impensable hace unos años, pero que hoy es una realidad, un claro signo de que los tiempos están cambiando y que la mujer vaya ocupando su lugar en todas las esferas de la vida. Este hecho nos hace amar más si cabe este deporte, ya que es entendido como un acto de liberación. Las mujeres en este país cambian su indumentaria habitual, para vestirse con su chándal y pañuelo, enfrentándose a la dura y conservadora sociedad afgana con su gran pasión por el balón. Durante 90 minutos se olvidan de su complicada situación, en la mayoría de los casos orígenes muy humildes, y muestran una gran profesionalidad en el campo. La historia del fútbol femenino en este país tiene sus inicios en el año 2006, pero siempre sujeto a muchos problemas, ya que el país no aceptaba todavía ver a las mujeres jugando al fútbol. Nadie las apoyaba, y la mujer seguía relegada a un rol secundario, reducido a la casa y completamente ajeno a la vida pública. Las intensas guerras que ha padecido Afganistán con la consabida falta de infraestructuras, no han sido motivo para dejar de jugar al fútbol, es una pasión incuestionable. En la actualidad, hay equipos femeninos en Kabul y en otras tres provincias. Este tipo de noticias nos hace ver como muchas veces nos quejamos por cosas mínimas, cuando hay otras personas cuya situación es peor que la de nosotros. Son un espejo en el que nos tenemos que mirar y recuperar ciertas sensaciones olvidadas como la voluntad, el tesón, la valentía… ¡Bravo por ellas!.
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