viernes, 22 de abril de 2011

DECISIÓN CORRECTA Y RESPONSABLE

Como es tradicional, la previa a lo que debe ser el Jueves Santo, comienza por la mañana en Casa Pechi. Allí nos conjuramos, cervecita en mano, antes de la salida para coger fuerzas para lo que será horas más tarde un gran esfuerzo aliviado siempre por nuestra amistad y compañerismo



gran parte de la cuadrilla del arte espera impaciente la decisión que se habría de tomar. Como siempre, derrochando sabiduría y saber estar, además de tener la experiencia suficiente para saber capear todos los temporales que nos lleguen (de índole meteorólogico y aquéllos que no lo son)
Mi hermano, el tito Nono, para nuestra sobrina María, que acude a saludarlo y observar cómo su tito, después de 22 años, sigue siendo el dueño del zanco izquierdo del paso del Cristo de la Vera-Cruz, ahí es nada

La Virgen de la Sangre, a pesar de quedarse sin salir a la calle, fue agasajada por el fervor de cientos de personas que se agolparon en la Casa-Hdad. El año que viene, seguro, la historia será otra y pasearemos a la Señora como se merece

Instantánea del paso del Cristo que ya en su quietud espera un año para ser paseado de nuevo por la cuadrilla que mejor lo hace en este pueblo


Eugenio, por ser capitán de nuestro barco, y porque cumplía su despedida de la cuadrilla del palio para sumarse el año que viene a la del Cristo, fue quien, protocolariamente, repartió un trozo de tan exquisito bizcocho a todo quien quiso acercarse

la tertulia cofrade "Costaleros de la Sangre" (gran detalle de mi primo Gonzalo y que ya antes, bajo las trabajaderas había dejado el sello del agradecimiento a una cuadrilla que cumplía 30 años y que nuestros compañeros del Cerro, con Guillén a la cabeza, fue el precursor de lo que hoy día somos, una gran familia) quiso homenajear a la cuadrilla por sus 30 años. Como ven, hay un pequeño detalle y es una pequeño obsequio que fuimos gustosos todos los miembros de esta tertulia cofrade de entregar. Es una pequeña estampita diseñada ingeniosamente por mi primo Gonzalo y en la que se conmemoraba esta efeméride tan importante para la cuadrilla de costaleros






A veces en la vida hay que tomar decisiones difíciles, impopulares, no comprendidas....pero en el día de ayer no fue el caso. A pesar de verse truncadas las ilusiones de mucha gente que durante todo el año esperábamos estas benditas horas, nunca una decisión fue más responsable y más correcta. El Jueves Santo se presentó con un cariz poco visto para los que llevamos en las espaldas muchos de ellos. Ya lo vaticinaban las cabañuelas durante mucho tiempo atrás pero a todos nos quedaba un resquicio de esperanza al que nos queríamos abrazar pero cuando Dios no quiere Santos no pueden. Comenzó el Jueves Santo como cada año, aunque éste con la peculiaridad de los malos presagios climatológicos confirmados posteriormente. Este año no hemos salido a la calle. El tiempo no nos ha dejado de cumplir nuestros sueños pero hay un patrimonio intangible que no se ha dañado y no es otro que nuestra familia costalera. Muy mal lo pasamos ayer cuando todos preveíamos que no había solución. Cualquier decisión que se hubiera tomado de salir hubiese sido equivocada. Dieron para mucho las casi más de dos horas que duró la espera. Hubo de todo, especulaciones, señalamientos, miradas, incertidumbre, emoción contenida, impaciencia, esperanza. Hasta que, a eso de las 21'30 h. se anunció lo que se preveía, no saldríamos este año. En ese momento se sucedieron las saetas de dos monstruos del género que desde hace más de 10 años acuden a nuestro pueblo como profesores inigualables de este cante como son Manuel Cuevas y Kiki de Castilblanco y que en vano queda cualquier interés en parecérsele. El paso del Cristo se levantó para decir a toda la gente cuál es la cuadrilla que mejor anda en este pueblo. El paso de palio también hizo mover sus bambalinas en dos chicotás para quitarse el mal sabor de boca. Todo era raro. Finalmente acudimos al Salón de Actos para tomar los preceptivos aperitivos después de la cofradía pero hasta esos momentos tuvieron tientes de resignación por lo que pudo ser y no fue. Atrás quedaron muchas horas de ensayos, de conviencia, familiaridad y amistad de un grupo de costaleros que siempre estará ahí. Gracias compañeros por saber estar cuando está el paso arriba, cuando hay que meter riñones y cuando, como ayer, la cosas no vienen de cara. Ya sólo nos queda esperar un año para volver bajo las trabajaderas, nuestro hábitat natural, y donde manifestamos en silencio y en la oscuridad todos los valores cofrades inquebrantables y perennes en el tiempo.

1 comentario:

Manuel Bejarano dijo...

Mi mejor enhorabuena, a la tertulia cofrade, a la Hermandad de la Sangre y como no, a sus maravillosos jóvenes costaleros.
Mis mejores deseos para todos, ahora y siempre..