Después de haber estado muy atento a todas las evoluciones sucedidas en el partido que enfrentó al R. Madrid y el Tottenham, después de escuchar a unos y otros así como de ojear la prensa, no puedo más que declararme bicho raro. No me gustó para nada Madrid ni su forma de atacar a un equipo con 10 jugadores y sometidos en su área. Comenzó el partido como debiera hacerlo uno de cuartos de la Champions, intento de posicionarse por parte de los dos equipos en los compases iniciales, pero hay una jugada que marca el partido y no es otra que la expulsión de Crouch. El entrenador inglés recompone el equipo pero era evidente que se iba un tipo que, seguro, metería en problemas y mantendría la zaga madridista en vilo. Esperé movimientos de Mourinho (aunque no era de esperar otro atrevimiento) y no me refiero ni siquiera a cambio de cromos, es decir, jugadores por otros, como pedía todo el mundo, sino una propuesta distinta a la hora de ir al ataque (y ya digo, aún ya sabiendo cuál es la filosofía de Mourinho). Pero, por supuesto, no paré de cabrearme al ver a los jugadores del Madrid parados, sin movilidad alguna, con pases entregados al pie y con el empecinamiento de entrar por el centro. Cuando un equipo se queda con un jugador menos intenta atrincherarse para defender su portería y esa es la maraña que había que abrir. Y, esperando a que la intensidad, el ritmo de partido, que hubieran de dar más velocidad al juego, me encuentro con que la segunda parte comenzó igual. La receta era clara, había que bombardear a pases a dos extremos que debían colocarse en la misma linea de cal, Di María y Cristiano, más digo, Cristiano en la derecha y Di María en la izquierda (sé que los ventajistas me dirán....sí y desde donde marcó Di María el gol que a la postre fue el decisivo?). Mourinho dio orden expresa a Khedira de buscar siempre la espalda de sus rivales penetrando a través de desmarques de ruptura y siempre buscando el cambio de orientación en ataque de algún compañero, que no era mala idea. Los goles llegaron en momentos importantes del partido (conviene recordar que en jugadores de mucha calidad sólo basta un arranque para decantar un partido) pero, en mi opinión, había que jugar de una forma más fluída a través de una gran velocidad de circulación del balón, movilidad y creación de espacios cercanos al área que es donde se encontraban 9 jugadores del Tottenham defendiendo y ser obsesivos con entrar desde las bandas, no valía la pena intentarlo por el centro. El Madrid jugó a oleadas y es un aval insuficiente si el objetivo es quedar Campeón de Europa aunque todo el mundo está desarbolado con la "exhibición" del Madrid.
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