
Este fin de semana me he quedado sentado ante el televisor para ver a Rafa Nadal en la semifinal ante Murray y en la final ante Federer. Nuevamente he podido comprobar como nuestro mejor deportista español de todos los tiempos vuelve a demostrar el porqué de esta catalogación. Es increible cómo se sobrepone a situaciones límite continuamente y cómo no afecta para nada en su juego vivir momentos de máximo estrés competitivo. No he visto nunca un deportista con esta capacidad, por ello me rindo ante los pies de Rafa Nadal. Ha jugado ante Murray en la semifinal del Máster de Londres ante más 20.000 personas chillándole y deseando que perdiera ante su desgarbado paisano siendo el partido durísimo a 3 sets pero ganó el más fuerte psicológicamente. Ante Federer en la final fue otra historia, Federer acertó en puntos fundamentales y aunque Nadal no lo diga, le pesó fisicamente haber jugado el día anterior 3 horas. Desde aquí reivindico que el Máster vaya rotando de superficies y no siempre en pista rápida donde Rafa encuentra más dificultades que los otros 7 maestros, juegan siempre con ventaja. Ah, por cierto, fíjense hasta donde llega la deportividad de nuestro campeón que en la última bola del partido el golpeo de Federer no estaba claro que hubiera entrado, para Nadal hubiera sido fácil pedir el ojo de halcón, sin embargo, para no empañar la victoria de su gran rival y amigo, le concedió la bola y el partido. Se trata de un deportista de otra galaxia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario