Es importante cuidarse por fuera, pero lo es aún más cuidarse por dentro. A veces, aunque sin crear alarmismos, algunas sustancias con las que estamos en contacto a diario pueden resultar nocivas para nuestro organismo. La información se centra sobre el Bisfenol A, un componente presente en varios tipos de plástico de uso común. Al parecer, ésta sustancia podría alterar el equilibrio hormonal del cuerpo, y que nuestro organismo lo confunda con nuestros estrógenos naturales, pudiendo afectar a la fertilidad y crear incluso anormalidades en el desarrollo de los fetos… Hoy utilizamos plástico para todo, nos facilita mucho la vida y el hecho de que hayan salido a la luz éstos estudios no significa que dejemos de usarlos… pero sí que intentemos evitar ciertas costumbres muy comunes para disminuir el riesgo de exposición al Bisfenol (al menos hasta que más países sigan el ejemplo de Canadá y prohíban éste componente). Uno muy claro es el de no reutilizar las botellas de agua. Todos lo hemos hecho, tanto en casa como fuera (la típica botellita de agua del trabajo, en el coche o el bolso) y siempre pensamos que esa advertencia de «No rellenar» es un mero efecto comercial… Pues también tiene que ver con la salud, ya que el plástico, cuanto más se usa (y sobre todo cuanto más expuesto está a temperaturas altas), más se degrada. De ahí que las sustancias tóxicas que lo componen se van filtrando poco a poco al agua… Así que, más vale reciclar a la primera.
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