Fin de un agosto y unas vacaciones atípicas. Este año he vivido este mes de una forma que han supuesto las antípodas a como venía siendo habitual los últimos 10 años. Si para mi, agosto suponía pre-temporada, entrenamientos duros, partidos de preparación....., como ya digo, los últimos 10 años, este año han sido muchas más cosas totalmente distintas a éstas que enumero; he estado mucho más tiempo con mi familia y con mi novia, me he ahorrado unas perrillas pintando toda mi casa (por cierto, ya está totalmente pintada, con nuestro sudor y horas de trabajo), leyendo muchísimo (a todas horas) y, entrando en un mundo tan apasionante como estar muy cerca de uno de mis sueños que era publicar un libro. Ya lo tengo casi a punto, faltan los retoques de diseño de un profesional como es mi primo Gonzalo, pero los textos y los entrenamientos ya están listos para ser enviados a Galicia, lugar donde se encuentra la editorial que lo publicará. Además de todo ello, me ha dado tiempo de disfrutar jugando al fútbol con mis amigos de los veteranos y de pensar, algo que considero fundamental en días de asueto.
A partir de mañana la historia cambiará y volveremos a la rutina del trabajo. Este año será diferente para mi. Seguiré leyendo e instruyéndome en cultura general, en inglés y por supuesto en fútbol. En el horizonte me queda muy cercano seguir trabajando en lo que será mi futura casa y ya entrado el año, acomenter varios proyectos como unirme a los compañeros para dar clases en el curso de entrenadores y esperar a ver si llega una buena propuesta con un proyecto importante desde el punto de vista deportivo y económico. Veremos cómo transcurren los acontecimientos.
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