La vida es una carrera larga en la que muchas veces nos encontramos muchas dificultades pero también tenemos muchas cosas bellas alrededor que, generalmente, le damos poco valor y sólo nos acordamos de ellas cuando nos faltan.
Así, yo no voy a esperar a tal cosa y quiero hacer un homenaje a mi suerte por tener los hermanos que tengo.
Aunque soy el primogénito de la familia, mi hermano Antonio vino al mundo sólo 15 meses después que yo por lo que somos dos personas en una. Lo hemos compartido todo en la vida. Nos hemos puesto la misma ropa, hemos comido lo mismo, tenemos las misma aficiones y lo más importante es que somos dos amigos desde siempre que nos ha permitido que compartamos respeto y protección. Mi hermano es todo simpatía, tranquilidad y se toma la vida como hay que tomarla, dándole la importancia justa a todo.
6 años más tarde de nacer yo y 5 de mi hermano nació la artista de la familia, mi hermana María. Ojito derecho de toda la familia, aunque esta dote la haya perdido un poco con el nacimiento de su hija y mi sobrina María que es quien ahora acapara todos los honores. Mi hermana es un ejemplo de mujer moderna, trabajadora y luchadora que se ha currado todo lo bueno que tiene en la vida. Artista como la copa de un pino, agradable y simpática donde las haya y muy hermana de sus hermanos.
Los 3 nos llevamos muy bien, somos muy amigos y estamos orgullosos los unos de los otros. Os digo hermanos que esta unión que tenemos y que hemos formado a lo largo de los años debe ser nuestro pilar cuando nos lleguen los momentos malos de la vida para que sepamos afrontarlos de la mejor manera.
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