Cuantas veces hemos podido ver por la calle a un perro abandonado e indefenso, cómo alguien maltrata a un gato o incluso a un caballo. Y sólo son ejemplos de algunos animales domésticos y del trato que reciben de gente que todavía no está civilizada y vive en la edad de las cavernas.
Si nos ceñimos al ejemplo del perro, se trata de un fiel escudero y al cuál hay que educar como a cualquier persona y enseñarle qué está bien y qué no. Siempre será muy agradecido y aceptará cualquier corrección que se les haga. Pueden llegar a ser parte de la familia y habituarse a cualquier situación.
Desde aquí le digo a aquellos que maltratan los animales, y no hablo de maltrato sólo que se le pegue, también es una forma de maltrato, dejarlo encerrado, no revisar su comida, no llevarlo al veterinario de vez en cuando o no darle caricias ni cariños; ellos sienten como nosotros, están tristes cuando nos ven tristes, alegres cuando aprecian que lo estamos y sobre todo, siempre nos defenderán y cuidarán. Ellos nos van a querer siempre y merecen que los cuidemos.
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